“Autorizamos la toma del préstamo con las condiciones claramente estipuladas, con el plazo de amortización, con todo”, manifestó la concejal. Posteriormente, indicó que el Ejecutivo desistió de realizar la operación mediante una compra directa. “Esa decisión fue abortada por parte del Ejecutivo y se tomó la decisión, en el último mes del año pasado, de realizar el trámite de compra por el medio que corresponde que es el de licitación”, expresó.
En consecuencia, como el Ejecutivo no necesita volver a pedir autorización a los ediles, “termina la intervención del Concejo Deliberante”, dijo la edil quien volvió a recalcar el trámite del llamado a licitación pública es estipulado por ley como correcto. No obstante, en forma posterior al llamado y a la adjudicación, el Concejo debe controlar “si se compraron las maquinarias que se habían enumerado en el momento de requerir el préstamo”, señaló Sbresso.
En el listado donde figura la maquinaria a adquirir, hay varios vehículos. Entre ellos, un camión exclusivo para la recolección de residuos (cuyo valor oscila entre los $ 280.000 y $ 320.000) y dos carrocerías volcadoras.
La edil indicó que uno de los fundamentos que sustentaba la compra directa es la agilidad para obtener la maquinaria. “El tema de la licitación es que tiene tiempos que por ahí se escapan un poco”, indicó. El problema es el tiempo que transcurre entre la autorización y la compra. “Podés perder un poco de dinero conforme el plazo entre que tomás el crédito y hasta tanto podés adquirirlo podría llegar a haber alguna variación monetaria que te impida luego comprar todo lo que vos programaste”, señaló.
En cuanto a la medida de fuerza de los empleados municipales, la edil sostuvo que debe ser analizada en un contexto integral. “Esto lo digo también como gremialista porque vengo del sector gremial”, dijo. La edil indicó que un conflicto tiene medidas directas de protesta que van de menos a más. “No comparto que de buenas a primeras se corte el diálogo, al inicio, y directamente se vaya a un paro general que es de las medidas más fuertes que tiene el gremialismo”, señaló. Además indicó que había empleados que “no entendían muy bien” porque estaban haciendo el paro, además de porque el dirigente gremial los aconsejaba.
Si bien admitió que hay un retraso en la entrega de ropa de trabajo, “un pequeño retraso no amerita una medida directa como un paro general”. Ayer, a las siete de la mañana, en la esquina de Entre Ríos y San Lorenzo, en la puerta de Obras Sanitarias, había neumáticos encendidos y parte del personal se encontraba en la parte exterior del edificio protestando con tambores. “Creo que verdaderamente se desmadró la queja más allá de que todo reclamo debe ser escuchado”, dijo la edil.
Al mismo tiempo, Sbresso sostuvo que es “plenamente valedera” la decisión de que el servicio se preste por otros medios. “Una ciudad pujante, que está en pleno crecimiento, con amplias pretensiones de formar parte de un corredor turístico nacional no podemos permitir que la basura quede en la calle”, dijo. Además sostuvo que otro aspecto a tener en cuenta es la salud de los vecinos.
Por último, admitió que en un año electoral, la sospecha de que detrás de la medida de fuerza existan intereses políticos “siempre anda sobrevolando”. “Espero verdaderamente que no sea así. Me parece que hay otras formas de plantear las internas políticas”, indicó. Para ello, planteo debatir en la prensa o hacer foros de discusión, entre otras. “Y no de este modo porque sino estaríamos utilizando a las personas y es lo peor que podemos hacer. Y si hubo algún trasfondo o lo hay, más que nunca hay que llamar a la reflexión”, sostuvo.
