Creciente del río Uruguay: mucha agua y poca información

La música que sale de un parlante ubicado en el hall exterior del primer piso de la sede invita a disfrutar de la tarde, como en las mejores épocas del club. Pero sólo hay algunos socios que se encuentran en la pileta de afuera. Un trueno reverbera en el horizonte y la pileta queda vacía, al igual que el resto de las instalaciones cercanas al río. Por momentos, es una imagen surrealista: no sólo nadie escucha la música sino que debajo de las escaleras, el agua invade el antiguo estacionamiento, el quincho, las parrillas de afuera, el taller, la caldera de la pileta climatizada y el salón de la planta baja.

Justamente una crecida en pleno enero genera la lógica preocupación de las autoridades del club debido a los inconvenientes que acarrea. Soto indicó que las anteriores crecientes no fueron en épocas de plena temporada. “Tenemos todos los salones alquilados. Teníamos previsto una temporada hermosa. Espero que igualmente podamos resistirla”, señaló.

En tal sentido, el presidente dijo que van a intentar que la pileta de afuera siga funcionando debido a que hay socios que ya abonaron la temporada completa. Además la intención es que sigan funcionando las colonias de vacaciones como la del Pami y la de los chicos. Para ellos se instalaron baños químicos ubicados en la parte no inundada del club debido a que lo primero que se inunda justamente son los sanitarios.

“En un semestre tuvimos cuatro inundaciones”, indicó. Pero rescató que, al menos, la información suministrada fue correcta. “En la primera habíamos arreglado todo y nos estábamos preparando para una hermosa temporada. Teníamos los salones totalmente colmados y la gente seguía solicitando y no teníamos más espacio hasta febrero. En ese momento nos dijeron ‘apróntense para una creciente de 12 metros”,  sacamos los vidrios, la parte eléctrica desconectada, todo lo que es maquinaria, mesas, sillas se saca y se espera que se rompa lo que no puede sacarse como algunos vidrios”, dijo.

El viento que se levantó esta tarde provocó una sudestada que dejó basura flotando como botellas y troncos entre las instalaciones. El temor es que las maderas, arrastradas por el agua, comiencen a golpear y romper los vidrios.  “Ojalá y nos ayude le tiempo un poquito porque, según lo que tengo entendido, en el norte está lloviendo mucho también”, manifestó por último Soto.

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