Los comerciantes comienzan a restringir el pago de la obra social. “Tienen que vivir y obviamente hay muchos que están afectados. Pagan lo que es más urgente y dejan la cuota para después. Pagan con intereses o pagan de otra manera”, explicó.
Sin embargo, el titular del CEC indicó que entre los empleadores deudores están los morosos crónicos. “Son aquellos que toda la vida lo han hecho”, indicó. Pero también está el caso de quienes están atravesando dificultades momentáneas. “Están uno o dos meses atrasados y regulariza cuando va el inspector”, dijo. Justamente, está creciendo el conjunto de quienes tienen la intención pero cuando llega la fecha dejan el pago de lado.
Por ello, la situación de Osecac se complica dado que es un problema a nivel nacional. “Esto se da en un contexto nacional. La menor recaudación hace que se tengan más problemas porque los compromisos hay que pagarlos igual; no es que dejamos de pagar las cosas; tratamos de mantener todos los servicios. Estamos tratando de sostener esto porque la situación es grave, se están viviendo momentos muy difíciles”, añadió.
De todas formas, Simonetti indicó que, por más deuda que tenga el empleador, el afiliado no deja de recibir los servicios de la obra social. “Esto no es un problema del trabajador porque al trabajador le retienen los aportes y el servicio se lo dan”, indicó. “No tiene la culpa; el empleador hace la retención y obviamente que es una retención indebida que muchas veces no son depositados”, dijo.
Al mismo tiempo, aclaró que se trata de recuperar los aportes que no pudieron ser cobrados en una primera instancia. “Salen los inspectores que tiene la obra social y la institución nuestra también. Tratamos de ver planes de pago, de flexibilizar las cosas. Obviamente que hay empresas afectadas muy fuertemente y hay otras que no están tan afectadas pero que se suman a esta cuestión”, añadió.
Al mismo tiempo, Simonetti sostuvo que la crisis lleva a que se empiece a escalonar el pago del salario en los comercios. “Se empieza a pagar de otra forma. Muchos lo cobran en cuotas. Hay empresas que lo justifican y hay otros que aprovechan la oportunidad. En este río revuelto hay quienes aprovechan obviamente”, explicó. No obstante, admitió que hay muchas empresas “muy ajustadas” por la situación que atraviesan.
“No escapa a la realidad. Vemos locales que están cerrando. Por ahí son comercios que han abierto en los últimos años, son comercios más pequeños que no tienen trabajadores o tienen trabajadores informales. Por ahí el comercio tradicional no, pero está en una difícil situación”, indicó. Con ventas en caída, impuestos y servicios altos y encarecimiento de los alquileres, el panorama dista de ser bueno.
“La situación es muy difícil más allá de que por ahí no tenemos despidos por esas causas. Pero hay muchos empleados muy preocupados y muchos empresarios. No sé cuánto se puede llegar a mantener esta situación que estamos viviendo hoy en el país”, indicó.