“Hoy (por ayer) a la mañana el agua llegaba a los canteros, en el patio. Pero ahora el agua fluye de debajo de las baldosas”, indicó una empleada según publicó el sitio de canal once de Paraná. “Ahora vamos a empezar a subir las cosas para ver si podemos trabajar desde arriba”, acotó.
A pesar de que ubicaron bolsas de contención, la comerciante comentó que “no sirve para nada porque igual está entrando el agua”. Incluso observó que de mañana el agua no había entrado en el salón, algo que ocurrió durante la tarde.
El año pasado se vivió una situación similar en el local, por lo cual la actividad se desarrolló durante más de una semana en una carpa instalada. “Esperamos que el agua no llegue a la cocina, así podemos cocinar —apuntó la mujer—. Pero no está bueno esto, porque somos varios los que vivimos de esto y vamos a estar un tiempo sin poder trabajar como deberíamos”.
Igualmente, luego de que baje el agua, vendrá el momento de la reconstrucción. “Va a quedar todo sucio, lleno de musgo, el piso tarda un montón en secar. Y el año pasado la humedad no paraba de fluir por más que se secara el piso”, concluyó la empleada.