Cristian Scatolaro es funcionario municipal de Santa Ana, pero además, padre de alumnos de la escuela e integrante de la Cooperadora de la institución. En declaraciones radiales recogidas por este medio, recordó que antes de las vacaciones de invierno, el delegado de CTM Néstor Berterame hace entrega a la directora de la institución, la docente Esther Pérez, en un acto público, un cheque de 5 mil pesos para que el establecimiento pueda mejorar las condiciones edilicias del mismo y así participar del certamen “Cuidemos nuestra escuela”, promovido por el ente binacional. Como relató a DIARIO JUNIO un par de días atrás, volvió a contar que la docente fue evadiendo el tema del dinero por varias semanas, hasta que cuando se le exigió que lo trajera –a principios de setiembre-, dijo que se lo había gastado por cuestiones de salud y que estaba gestionando un crédito para reintegrar la plata. Pero tras esto, fue presentando un certificado médico tras otros y nunca volvió a la escuela.
El tema, si bien escandaloso, parecía terminarse allí, con el hecho de que Pérez habría cobrado el cheque y se habría guardado el dinero para sí. Sin embargo, Scatolaro reveló otros datos relacionados con otras maniobras fraudulentas de la mujer, que si bien formaban parte de un rumor, tuvieron confirmación luego de que él viajara ayer a Paraná y se entrevistara con la titular del Concejo General de Educación, Graciela Bar.
Según Cristian, “ayer en Paraná me interioricé de los pasos a seguir” (los que prefirió no develar), “pero que se queden tranquilos los padres, que contamos con todo el apoyo de la titular del CGE, que hay un sumario por este hecho, que está sumado a otro sumario que ya tiene (la directora de la escuela) de hace un año y pico atrás, por haber cobrado un dinero que no le correspondía de una docente que venia a dar clases a la escuela de Santa Ana y después se trasladó a San Jaime, de donde es oriunda”.
Este hecho habría sido así: cuando se hacen suplencias, como éstas son de dos o tres meses, el dinero viene a la dirección (de la escuela) a nombre de la docente que lo tiene que percibir, pero es la directora quien se lo debe entregar. “Aparentemente se ha fraguado una firma y se ha cobrado al sueldo de ocho meses de esa docente (suplente)”.
Pero la historia de las peripecias de Pérez no termina ahí, porque el miércoles de la semana pasada, de acuerdo a lo que Scatolaro pudo averiguar, la docente pasa por un supermercado de Chajarí “y haciendo uso de la tarjeta SIDECREER (que ella tiene a su nombre, pero para la adquisición de comestibles para el comedor de la escuela) hace un surtido y se lleva gran parte de lo que corresponde al comedor del mes de setiembre para Mocoretá, donde vive”. En este caso, ni la escuela ni el CGE tienen ingerencia, porque pasa por el control de Alejandro Monzón, el encargado de Comedores Escolares en el Departamento Federación. “Monzón llamó al otro día (de conocerse que la directora había utilizado los fondos del comedor para abastecerse ella) pidiéndole al intendente Mario Toller que intercediera y proveyera de elementos para darles de comer a los chicos”, relató.
Pero además, la mujer habría quedado debiendo a proveedores –del establecimiento educativo- de Santa Ana también. Se trata, concretamente, de los que abastecen a la institución con el pan o la carne. Aparentemente, Perez aducía ante los comerciantes santanenses “que el dinero no venia, e iba sacando anotando en cuenta corriente”, pero luego, el pago que debía hacerles a éstos proveedores a través de la SIDECREER nunca se lo concretaba, porque -estimó Scatolaro- “el monto total (de lo que la tarjeta permitía gastar) se lo gastaba en un supermercado muy conocido de Chajari”. Se habla, en este caso, de más de 3 mil pesos que la directora de la escuela gastó para si.
Scatolaro detalló también que la mujer “me ha mentido en la cara” pero que hasta “le mintió a la supervisora (departamental de escuelas) diciendo que el dinero (del cheque de CTM) ya nos lo había entregado”. Dijo, además, que la llamó por teléfono “cada día por medio y en distintos horarios y jamás me ha atendido”. “Incluso sé por la Directora Departamental, que ella ha dejado faltantes en la parte administrativa, como rendiciones de cuenta de los libros, sellos y los boletines, que tenían que haber entregado hace diez días, y que tuvieron que hacer una intimación vía carta documento, para que traiga esos elementos administrativos, que están en su poder”, agregó.
Consultado sobre si el caso será denunciado en la Justicia, Scatolaro se mostró cauto sobre la difusión de los pasos a seguir, pero “los padres estamos decididos a cambiar esta situación, que habemos padres que tenemos el compromiso de que esto se resuelva y llegue a la Justicia de la forma que sea”.
