
Oliva dijo que integra un grupo de intendentes de toda la provincia de distinto signo político y en otro pero solo del PJ. Y la preocupación es común en todos sobre lo que sucederá el 24 y 31 de diciembre. “En Uruguay los chicos salen a la 1 o 2 de la mañana. Agarran los carritos de los supermercados y llevan sus bebidas”, indicó. De hecho, el año pasado pudieron regularlo ofreciendo algunos lugares para que se reúnan pero este año no pueden hacerlo porque obviamente están prohibidas las reuniones sociales multitudinarias.
“Hay mucha gente que se cuida, usa barbijo, mantiene la distancia y airea todos sus ambientes. Pero hay gente que no, sobretodo los más jóvenes que se aglomeran. Hay dos o tres plazas adonde concurren y tenemos que disuadirlos. Los hacemos de manera ordenada, muy pacífica, avisamos y tratamos de evitar los conglomerados. Son casi un lucha las fiestas clandestinas”, dijo al programa “Tarea Fina” (Radio Ciudadana-FM 89,7).
“Sin dudas que la parte gastronómica y la hotelería son un sector importante, no la más importante de la costa del Uruguay, pero todas las actividades están abiertas desde hace muchos meses y hasta noviembre el intervalo de duplicación era cercano a 1 que es lo optimo”, dijo.
Pero ese mes, específicamente del 20 de octubre 2 de noviembre, en forma conjunta con Concordia impusieron restricciones de actividades al aire libre. “A la gente no le gustó pero ya lo visualizábamos”, dijo. El índice de duplicación ahora está en 1,22 y se está estresando el sistema de salud público y privado.
“Se veía venir, son dos ciudades importantes de la costa del Uruguay que venían con medidas bastante parecidas con controles en los ingresos. Quizás retrasamos lo que en Paraná y Gualeguaychú llegó en junio o julio. Pero también coincide con un momento en que la gente no quiere saber más nada de restricciones. Hay un número que quiere cuidarse y hacer las cosas pero hay otro que no”, señaló.
De hecho, Oliva recordó que hace dos semanas mantuvo un encuentro con sectores de la hotelería, gastronomía, supermercados, clubes, gimnasios y comercio. “No había una vocación de restringir”, indicó. No obstante, dijo que: “en Concepción queremos dos cosas: que la gente tenga bien su vida, su salud, y que pueda trabajar”.