Covid 19: en Concordia no se incrementaron las camas de terapia intensiva desde el año pasado

En el hospital Masvernat las camas de terapia son las mismas que desde fines del año pasado. A decir verdad -a diferencia del sector privado que se mantiene igual desde antes- se incrementaron progresivamente durante el 2020. Actualmente son 8 en la unidad de terapia intensiva pediátrica, 14 en la unidad de terapia común y 16 en la unidad de terapia intensiva para pacientes de Covid 19. En 2020 hubo dos jornadas en que se llegó al 100 % de ocupación: a fines de noviembre y a mediados de diciembre. Pero el sistema de salud resistió la tensión a la que lo sometió la primera ola. Fuentes del nosocomio aseguraron que no hubo más incorporaciones porque no hay material humano para abordar dicha inversión.

En tanto, hay 22 camas en la sala de Clínica 1 para pacientes moderados en el nosocomio ubicado en la zona norte de la ciudad. La fuente consultada explicó que hoy eran ocupadas en un 100 % por 20 pacientes con diagnóstico confirmado y 2 sospechosos. No obstante, la fuente hospitalaria aclaró que las camas tienen alta rotación y, además, en caso de ser necesario, se habilitan otros espacios para pacientes moderados como Clínica 2 con 22 camas más, Cirugía y 30 camas más en el Hospital Felipe Heras. Eso significa que no se va a rechazar a ningún paciente moderado ya que hay más lugares en caso de ser necesario. El problema estriba en que hay otros pacientes en esas salas con diversas patologías.

Concordia

En el Sanatorio Concordia hay 10 camas de terapia intensiva. De esa decena, seis tienen respirador artificial. El director médico, Juan Carlos Montangie, explicó que no atienden a pacientes Covid 19. “Todos son derivados al hospital público”, remarco.

Más adelante, el médico explicó que en esta época del año la ocupación de camas suele rondar el 60 %. “Hoy hay cuatro camas ocupadas”, dijo. No obstante, aseguró que es la dinámica del sector es variada. “Mañana puede que tengas las 10 ocupadas”, sostuvo.

Generalmente los cuadros médicos que suelen llevar a una persona a terapia en el Concordia pueden ser los accidentes, las cirugías programadas o de urgencia o las neumopatías. “Nosotros tenemos el Pami”, explicó. En consecuencia, los afiliados que requieran atención son derivados a ese lugar. Y también pueden llegar a requerir un respirador los pacientes pos Covid 19 que son enviados del hospital. Ya están ‘negativizados’, es decir que la carga viral desapareció y no contagian, pero quedan convalecientes al punto tal que siguen necesitando ayuda mecánica apara poder respirar.

Garat

En el Sanatorio Garat el panorama es el mismo. La institución médica privada cuenta con 10 camas de terapia intensiva y dos camas de Hemodinamia (cardiología intervencionista). “Ahora estamos con la ocupación habitual, normal. La ocupación de todos los años para esta época”, explicó el director médico, Jorge Díaz Vélez.

¿Por qué no se puede incrementar la capacidad de camas en terapia? ¿Por el costo? “No se  trata de poner una cama más o una cama menos. Se trata de todo lo que rodea la cama. La cama es lo de menos: la sacás de cualquier lado”, explico el médico. Es más complejo obtener la aparatología que se necesita y más aún conseguir los profesionales que puedan hacer uso de la misma.

Díaz Vélez explico que el médico que es terapista, aparte de médico y de la especialidad que haya hecho, realizó la especialidad de terapista. “Eso no se consigue de un día para el otro. Es lo que hay. Cuando falta, no hay más”, dijo. De hecho, los mismos profesionales en general suelen rotar entre el hospital y los privados.

“Los recursos humanos son los que hay, no hay otros. No se inventa el recurso humano para terapia de un día para otro”, sostuvo. Además, explicó que deben cuidar las personas a cargo del servicio, tanto médicos como enfermeros en la guardia. “Si se saturan en ese trabajo, empiezan a caer porque son seres humanos, no máquinas. “La máquina puede trabajar las 24 horas los 365 días del año y no pasa nada. A veces ni mantenimiento hay que hacerles. El ser humano no es así. Las tensiones que se viven en terapia hace que la persona rinda menos, se agota antes. Y aparte las enfermedades que sobrevienen por el stress que ya las conocemos”, remarcó.  

Los porcentajes de ocupación de terapia en el Garat varían entre un 40, 50 y 60 % habitualmente. “Depende: hay días más, días menos”, señaló. En su mayoría, se trata de pacientes que requieren cirugía. “Es la patología que más requiere”, dijo. Además, volvieron a realizar intervenciones de hemodinamia. “Se están haciendo cirugías cardiovasculares. También llevan camas de terapia”, dijo. “Pero reitero: estamos dentro de lo normal”, dijo Díaz Vélez.

El medico gastroenterólogo explicó que todavía no han comenzado a llegar los pacientes con patologías respiratorias. “Esta estable eso”, resaltó. No obstante, aún no comenzó el descenso de las temperaturas propias del invierno. “El otoño viene muy benévolo, vamos a ver cómo sigue el tiempo”, dijo.

Tampoco significa que cuando llegue los meses más fríos del año habrá una demanda desmedida de terapia intensiva. Al menos, eso no fue lo que sucedió el año pasado porque mucha gente del Covid 19. “La gente se cuidaba mucho del Covid 19. Entonces no hubo bronquitis ni una serie de patologías que son habituales en esta época”, señaló.

Por otra parte, Díaz Vélez dijo que la ciudad atraviesa una buena situación respecto a la cantidad de casos de coronavirus. “Realmente esperamos que siga así. La gente ha tomado consciencia, se está cuidando. No tenemos la desgracia que atraviesa tanto Capital Federal como la provincia de Buenos Aires. Hay que cuidarse, no hay otra. Hasta el personal de salud, que estamos todos vacunados, nos tenemos que seguir cuidando. No hay otra”, indicó.

Al conocer el dato de la saturación de la sala de pacientes moderados de Covid 19, ante la ausencia de interlocutores oficiales en el Masvernat (el medico Miguel Ragone dejaría la dirección pero no habla con la prensa y no se sabe aún quien lo reemplazará), el director médico del Garat ensayó una explicación. “Concordia tienen una ventaja importante: la gente mayor de 60 prácticamente se ha vacunado en su mayoría. Los que deben curarse son los menores de 60. Hasta ahora se pensaba que era una patología para añosos y no es así. Por eso deben cuidarse todos. En Buenos Aires hay gente de 40, 45, 30 o 50 que están en terapia intensiva grave y se están muriendo muchos. No hay una edad y eso hay que entenderlo”, señaló.

 

Informe: Guillermo Coduri

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