El edil explicó que mientras se debatía el proyecto en el ámbito del Concejo Deliberante ingresó por mesa de entradas un pedido de habilitación de uso comercial. Giampaolo sostuvo que el pleno de los concejales desconocía el pedido. “Por ser la fecha de ingreso de la solicitud anterior a la ordenanza se interpreta que no le es aplicable la ordenanza dictada con posterioridad y esto produjo que pueda continuar el trámite adelante”, señaló.
El presidente del Concejo dijo que para los concejales fue una sorpresa la habilitación. Por ello hicieron una consulta a la sección de habilitaciones y a la mesa de entradas. “Lo que podemos afirmar es que el trámite tuvo un ingreso previo a la sanción de la ordenanza”, señaló. En su momento, la prohibición fue sancionada porque está comprobado que la actividad es incompatible con los lugares de residencia de descanso de la población.
No obstante, remarcó que una buena noticia es que ya no existen nuevas tramitaciones. “Por ende esta sería la última confitería bailable que logra instalarse en el centro de la ciudad”, recalcó. “Ahora comienza un período de comenzar a ordenar o promover que las actuales confiterías que están en el centro comiencen a instalarse en una zona a determinar que sea exclusivamente para confiterías”, señaló.
Para ello se designó a la costanera. En tal sentido, Giampaolo señaló que el Ente Mixto que tiene a su cargo el paseo costero ya realizó tres reuniones. Además de diagramar presupuestariamente como va a funcionar y los alcances que tiene, los integrantes del ente abordaron la posibilidad de radicar un polo de actividad nocturna. “No terminó de ser resuelto todavía”, indicó. El problema es que aún no fue diseñado el plan de desarrollo de la costanera, a cargo de un grupo de arquitectos, que debe establecer los usos que se le debe dar a cada lugar del paseo.