"Lo que se hizo con Lula es un atentado a los derechos humanos. Creen que un Lula va a huirse si lo llaman a declarar, jamás, pero fueron a inspeccionar su casa, lo llevaron detenido a la fuerza para que declare", aseguró Correa en un diálogo con periodistas en la Amazonía de Ecuador.
Apoyando las declaraciones realizadas por Lula el pasado viernes, Correa comentó que todo ese procedimiento contra Lula fue para humillarlo, para desprestigiarlo y forma parte de la persecución del 'establishment' de las estructuras de la vieja América Latina.
"Los gobiernos progresistas enfrentan ahora a una derecha que estaba aturdida, totalmente aturdida por las derrotas que había tenido, pero que se ha articulado internacionalmente, con el apoyo descarado de medios de comunicación nacionales e internacionales", añadió el mandatario ecuatoriano.
Dijo además que la misma persecución de los grupos de derecha contra líderes progresistas en Bolivia, Venezuela y Argentina, es la nueva estrategia de los grupos poderosos que buscan volver al pasado.
"Se ve que hay una audacia, una nueva ofensiva de esa derecha, con más ínfulas, que repite el mismo discurso en todo el continente y que ha optado por el camino de la judicialización de la política", subrayó.
El mandatario enfatizó que la izquierda tiene que unirse para estar articulada, con discurso, con estrategia, para contener a los grupos de derecha.
El pasado viernes el líder del Partido de los Trabajadores (PT), fue víctima de una detención arbitraria por parte de la Policía Federal para ser interrogado sin pruebas contundentes en su contra.
El expresidente de Brasil, Lula Da Silva, expresó durante rueda de prensa luego de ser liberado, tras tres horas de interrogatorio que en este país (Brasil) ser amigo de Lula parece que se convirtió en algo peligroso.
"Lo que se busca es criminalizar al PT y a Lula. No existe explicación lógica para que la Policía Federal haya ido hasta mi casa, temen que vuelva a la presidencia", indicó.