Si bien hay algunos puntos en común con el protocolo que rige en el comercio, donde se puede trabajar poniendo cierta distancia, la diferencia es que en los gimnasios los concurrentes deben tocar elementos de trabajo como barras, pesas, mancuernas, colchonetas. “Vamos a tener que intensificar la higiene tanto después de las clases como durante”, dijo Verónica Torrano, propietaria de un gimnasio en calle Sarmiento.
De entrada, los asistentes al gimnasio deberán ir equipados con un barbijo. “Va a ser un poco más complicado para las actividades de mayor intensidad”, dijo Torrano. Además, deberán llevar una toalla para secarse la transpiración. Asimismo, sostuvo que esperan que lleven alcohol en gel para reducir los costos en los gimnasios. “Hace casi tres meses que estamos sin trabajar”, dijo
Además recalco que antes era común ir al gimnasio 10 minutos antes o 10 minutos después. Incluso, ir en otro horario si no se podía concurrir a la hora habitual por algún compromiso o situación inesperada sin avisar. Pero llegar a cualquier hora ya no será posible. En primer lugar, se deberán reservar turnos, llegar a horario y llenar una planilla de control cada vez que se concurra al gimnasio. “Tienen que firmar y dejar ciertos datos”, dijo la propietaria.
Al ingresar, deberán pisar un felpudo o trapo de piso embebido en lavandina Luego higienizarse las manos con alcohol en gel o alcohol liquido que deberá ser provisto por el gimnasio.
Tampoco se verán gimnasios atiborrados de gente. La concurrencia será reducida, no más de cuatro o cinco personas por turno. Entre clase y clase deberá haber un margen de tiempo para que los profesores limpien y para que se vayan unos y lleguen los otros.
Torrano manifestó que en su caso hace muchos años que dicta clases de pilates y gimnasia postural con grupos reducidos. “Tengo un salón de 150 m² así que el espacio me sobra”, indicó. Pero admitió que suele haber clases de zumba o gimnasia localizada donde se reúnen grupos numerosos. No obstante, sostuvo que los gimnasios en su gran mayoría son aireados y no cerrados. “Problemas de ventilación no creo que haya y sino cuando inspeccionen para la habilitación se lo dirán a los propietarios”, sostuvo.
Al mismo tiempo, indicó que en algunos lugares se puso como tope de edad para asistir la franja de los 60 años. Pero, en su caso, debido a que concurren muchos adultos mayores a realizar gimnasia por tratamientos médicos recetados, buscará lograr un certificado de excepción para dar clases, aunque sean individuales.
Los protocolos fueron enviados desde los gimnasios al municipio y desde allí a la Provincia. Luego serán remitidos a la Nación. Luego deben emprender el camino de retorno hasta la intendencia para que el intendente los autorice. “No sé cuánto tiempo va a llevar eso pero de acuerdo a como se ha ido manejando ya tenemos el anuncio de que nuestros protocolos están en tratativas y tal vez una semana o diez días”, recalcó Torrano.