La conversación se dio un día después de que Fernández hablara con los líderes legislativos de la oposición, quienes le expresaron su enfático apoyo. El jefe del bloque de diputados de Juntos por el Cambio, el radical Mario Negri, lo calificó como «el comandante» de la estrategia nacional detrás de quien debían encolumnarse todos. Macri, entonces, buscó sumarse a los apoyos opositores y lo llamó por teléfono. Hasta ese momento, el ex presidente había tenido dos apariciones respecto a la pandemia. En la primera, tiró una de sus habituales ironías y sostuvo que era más peligroso el populismo que el coronavirus. Días después, ante la evidencia de lo serio de la situación, pegó un volantazo y habló de una «preocupación mundial».
Alberto Fernández, que había criticado la primera reacción de Macri, después ponderó el cambio de tono. Luego no se supo más nada del ex presidente hasta que llamó el jueves a Olivos, donde Fernández preparaba el mensaje que daría unas horas más tarde para anunciar la cuarentena total. El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien había estado reunido en dos ocasiones el día anterior en la Casa Rosada con Fernández, era uno de los invitados para la tarde.
La conversación del jueves duró unos minutos. Macri le expresó su respaldo a las medidas de restricción que estaba adoptando el Gobierno y analizaron acerca de lo que sucedía en otras partes del mundo. Allí fue donde, según la versión de la Casa Rosada, el ex presidente expresó su preocupación por lo que pudiera suceder en la economía local y mencionó la estrategía más «light» de Johnson en Inglaterra.
Sin embargo, desde el macrismo, desmintieron ese tramo de la charla. «Mauricio está a favor de las medidas del Gobierno. Conversaron sobre la evolución del tema y coincidieron en que son buenas las medidas para evitar que la gente se siga contagiando», indicaron allegados al ex mandatario. Aseguraron que «es falso que Macri haya propuesto alguna medida en especial o que haya sugerido seguir el modelo inglés».
Es que justo un día antes Johnson había anunciado nuevas medidas restrictivas , lo mismo que debieron hacer otros jefes de Estado que primero minimizaron la pandemia y luego tuvieron que cambiar de estrategia. Después de resistirse durante días, el premier inglés finalmente debió cerrar colegios y universidades.