Sin embargo, la contra cara de esta medida es que afecta enormemente a la economía, sobre todo a los trabajadores independientes, autónomos y profesionales que no pueden desarrollar sus actividades y, por lo tanto, ingresos económicos. Grandes empresas y Pymes se ven muy afectadas y muchas de ellas no pueden afrontar los gastos que conllevan, mantener sus estructuras (pago de impuestos, sueldos, alquileres), pero sin generar ingresos.
Atendiendo a esta situación, el gobierno se encuentra entre la espada y la pared, con el fin de priorizar la salud, pero sin descuidar una economía que desde hace varios años viene en caída y que, para apalear una crisis que es inevitable, necesita reactivarla.
Pero además está en juego un agotamiento de la sociedad por el encierro, que según explican los especialistas en Salud Mental, está afectando de diferentes maneras a las personas. Entonces, según dicen “la gente necesita salir”, pero el desafío del gobierno es cómo evitar el contagio.
Es por esa razón, que el presidente podría optar por salir de la cuarentena obligatoria a una optativa. Pero para ello necesita el apoyo de los sectores de la oposición. Esta medida apelará a la responsabilidad social de los argentinos para otorgar el permiso de salir a la calle con motivos de recreación, hacer deportes o incluso tomar sol en espacios verdes.
Este plan tiene programado un posible retorno a la cuarentena obligatoria si la curva de contagios se acelera en esos días. Para ello necesitan el compromiso de los líderes de la oposición de acompañar esta vuelta a los hogares.
