“Vemos muy mal la contratación de personal nuevo mientras hay empleados con varios años de antigüedad a quienes se les ha rescindido el contrato. Le hemos pedido a las autoridades que paren con estos contratos, porque así se agrava la situación de Rentas. En esta gestión hay alrededor de 20 nuevos contratos, con sueldos de entre 700 y 1.300 pesos, que consideramos que es una barbaridad, porque hoy un empleado de categoría 10 tiene 360 pesos de básico”, dijo Salvador Pérez, integrante del cuerpo de delegados de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) en la DGR.
La Dirección General de Rentas (DGR) va camino a volver al centro de la escena. Durante casi toda la gestión del ex gobernador Sergio Montiel, la repartición encargada de recaudar los fondos necesarios para el sostenimiento de la estructura del Estado, atravesó por varios frentes de tormenta a raíz de la protesta de sus empleados que, incluso, derivó en la salida escandalosa de uno de sus titulares, Armando González, que en más de una oportunidad debió esconderse tras la protección que le daba la Policía.
Los trabajadores han resuelto ahora reiniciar sus planteos a las autoridades luego de cuatro meses de un compás de espera que parece haber llegado a su fin. En el menú de reclamos, están buscando la forma de conseguir que el Gobierno legalice, vía decreto, la instrumentación del adicional por productividad que perciben los agentes de Rentas, unos 500 pesos promedio que vienen cobrando desde hace más de una década. Ese beneficio, si bien no se ha interrumpido, requiere la sanción de un instrumento legal que establezca bajo qué parámetros se abonará. Y si bien un eventual incremento del adicional está ligado a un aumento en la recaudación, desde Hacienda tienen la idea de ponerle un “techo”.
Esa pretensión genera el rechazo de los empleados, que aspiran a eliminar cualquier “techo” en el monto del adicional que perciben.
Aunque a juzgar por los datos que manejan los empleados de la DGR, la recaudación del primer trimestre del año no pasa por su mejor momento. Al respecto, comparado enero de 2003 con igual mes de 2004, el incremento en el cobro de impuestos se ubicó en un 6,88 %, y si bien en febrero pasado, comparado con igual mes de un año atrás, trepó al 15,55 %, en marzo se desplomó y apenas hubo una levísima mejoría, del orden del 1,76 %. “Lo que estamos viendo en el tema de la recaudación de impuestos es que no se ha conseguido mejorar, tal cual el mismo Gobierno pretende. El Gobierno pide una recaudación mensual de 50 millones, de modo de poder hacer frente a los distintos compromisos que tiene. Pero ese piso no se consigue”, añadió Pérez.