Según los datos arrojados por el Ministerio de Salud de la Nación, seis de diez argentinas sufrió al menos una vez una contractura tensional. Liliana Geijo, miembro de la Asociación de Kinesiología Argentina y docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), dice que "cuando hay un estado de tensión permanente a causa de una situación social, familiar o laboral, se generan cuadros de depresión o ansiedad. Una de las manifestaciones de la ansiedad es el estrés, que genera una repercusión global en el cuerpo. Y una de las consecuencias es no lograr relajar el músculo".
Hay un aumento de los casos de contracturas tensionales en mujeres de edad mediana (entre 35 y 45 años) y en los adultos de más de 50 años. En tanto que la edad de las personas que las sufren es cada vez más baja. En el caso de los chicos en últimos años de la primaria, se puede confirmar que se da por dos motivos; uno el tiempo que se pasa frente a la computadora, y por la agresividad que se vive en las escuelas, lo que les genera estrés.
El último fin de semana, según datos confirmados a DIARIOJUNIO por los principales centros de salud con servicio de guardia, tanto público como privado, se atendieron alrededor de veinte personas en promedio por día. Las estadísticas indican que las consultas aumentaron entre diciembre y enero en un 50 por ciento. Otro dato significativo, es que estas contracturas se dan más en mujeres, y que a diferencia de la media nacional que índica entre es mayor el porcentaje entre los 35 y 45 años, las concordienses no alcanzan los 30 años. “Más allá de los datos que se volcaron desde el viernes al domingo, si comparamos todas las atenciones del mes no varían los datos. Son frecuentes las consultas de cervicalgias”, expresaron desde el departamento de estadísticas del Hospital Masvernat.
Las cervicalgias, suelen causar cefaleas, parestesias (hormigueos), debilidad, pérdida de movilidad, mareos, alteraciones del equilibrio, disfagia (dificultad para tragar), nauseas, tortícolis, dolor agudo por espasmo muscular. El kinesiólogo consultado por DIARIOJUNIO, Maximiliano Navarro Jaurena explicó: “la contractura te lleve a los dolores de cabeza, se debe a la tensión de los músculos del cuello. Esto hace que se compriman los nervios y vasos sanguíneos que irrigan al cerebro, por eso también los mareos”.
Los dolores de cabeza tienen su origen en los vasos sanguíneos de la cabeza. Estos vasos responden a la posición estructural de la columna vertebral especialmente de las cervicales. Por las cervicales pasa una arteria que da riego a toda la cabeza. La arteria pasa por un canal dentro de las vértebras y el movimiento de las cervicales afecta esta arteria. Si las vértebras pierden su rango de movimento normal, como resultado hay cambios en la irrgación de sangre oxígeno por la propia arteria, como por el flujo de impusos del sistema nervioso hacia el tejido, explica el médico traumatólogo paranaense Matías Jacob.
Navarro Jaurena, refiere no solo al aumento de la demanda y compromisos laborales como causantes de los dolores. “Es frecuente encontrar contracturas cervicales. Las personas viven el día más tensionados, más acelerados. Pero eso solo no lleva a una contractura cervical o cervicalguia. Hay muchos otros motivos; las tensiones diarias, no sólo a nivel laboral, sino también, en la casa, en la calle, manejando, etc”.
Aunque no solo la tensión colabora con esas posturas “insanas”, también la mala postura laboral, dormir mal y en una posición incorrecta, también hacer mal algún ejercicio o actividad cotidiana, manifiesta el kinesiólogo. Por otro lado, esos mismos compromisos diarios cada vez atentan más contra la vida al aire libre, o la posibilidad de hacer deportes, llevar una buena dieta o tener sosiego, como recomiendan psicólogos, médicos, y kinesiólogos.
LAS VACACIONES SON CONSECUENCIAS DE LAS CONSULTAS
“Las vacaciones hacen que uno salga del ámbito de trabajo, del estrés diario, eso hace que uno este mas relajado y con menos obligaciones. Así que lleva a relajar la zona cervical”, cuenta el kinesiólogo. Además, el profesional explica que las contracturas pueden volverse crónicas si no son tratadas a tiempo.
TRATAMIENTO
Las contracturas tensionales, se tratan por medio del kinesiólogo, habiendo hecho con anterioridad una consulta médica. Es el médico el que deriva, dependiendo el caso, explica Jaurena Navarro. “El tratamiento kinesiológico se trabaja con lámpara infrarroja (Es un instrumento que emite rayos infrarrojos, que aporta calor y mejora la circulación, oxigenación e hidratación de los tejidos musculares), masajes, masajes con piedras calientes, magnetoterapia, ultrasonido, y en algunos casos la aplicación de crioterapia (método que se fundamenta en la utilización del frío o las bajas temperaturas), elongaciones, ejercicios de movilidad, etc”.
Además, agrega: “También en el tratamiento, entran los aines= los antiinflamatorio, siempre indicados por el médico”.