Ayer los directivos de la empresa se reunieron en el Ministerio de Trabajo para solicitar el procedimiento de crisis y plantearon que si no cambian las condiciones, van a cerrar completamente la planta local. Esta presentación los ampara para suspender a los trabajadores o directamente desafectarlos pagando sólo el 50% de indemnización. Pero rápidamente el sindicato rechazó “la propuesta de ajuste”.
“Nos dicen que están en un proceso de pérdida de competitividad por la apertura de la importación de cables de alta y media tensión que vienen de Turquía y China, que ponen en jaque a la producción local”, señaló Gutiérrez, quien aclaró que esa situación pone en riesgo también a otras empresas del rubro.
Por ese motivo, dijo que pedirá una reunión al Ministerio de Producción “para discutir la política industrial de importación”. “El martes estaremos nuevamente acá porque no vamos a bajar los brazos”, adelantó frente a la sede de Callao 12.