«En el mismo momento en que a los trabajadores de distintos sectores se les niegan mejoras, se dibujan los índices inflacionarios y se les aumenta la exigencia fiscal a pequeños productores y comerciantes, se aumenta a los jueces», dijo el dirigente socialista en declaraciones a un medio de Concepción del Uruguay.
Aunque es consciente del concepto de intangibilidad de los honorarios de los jueces, entiende que eso también debe entrar en la discusión. “Queremos jueces, funcionarios y legisladores bien remunerados, porque no queremos que la actividad privada, sobre todo las grandes empresas, nos arrebaten a los mejores hombres y mujeres”. No obstante, destacó que las remuneraciones “deben guardar una razonable relación con lo que se necesita para vivir con dignidad. No pueden sostenerse más esas brechas obscenas que nos equiparan con los países más inequitativos del planeta».
«Por otro lado, en una democracia es inaceptable que lo único que no sea ‘intangible’ sean los ingresos de los ciudadanos de a pie, ya sean trabajadores o las clases medias», concluyó.
El proyecto de Schvartzman instituye en la administración pública provincial un «sueldo de referencia» objetivo, tomando éste del básico del agente de menor categoría de la Provincia. Así, la letra del proyecto fija para el gobernador una remuneración máxima de diez salarios básicos, mientras que para los legisladores el tope es igual a ocho sueldos mínimos e impide que el resto de la administración pública gane más que el primer mandatario.
«La disposición de que el sueldo de referencia del Gobernador o Gobernadora no pueda ser superior a diez sueldos básicos de la administración pública cumple acabadamente con estos requisitos y elimina la posibilidad de que se profundice la brecha perceptiva existente entre la realidad del destinatario de la labor estatal y de quienes, coyunturalmente, se encuentran al frente de la misma», manifiesta Schvartzman en los fundamentos.
«Como lo planteara en alguna ocasión Guillermo Estévez Boero, es un error creer que el problema de la reforma política puede resolverse cambiando a las personas que detentan el poder, y dejando intactas las estructuras de ese poder injusto», culmina diciendo en los argumentos el vicepresidente del bloque del Partido Socialista-Concertación Cívica.