Reggiardo destacó que la limitación que el oficialismo le fijó al Consejo para designar a los miembros del STJ dejó la tarea a mitad de camino. “Se trataba de avanzar y cristalizar este hecho en la Constitución, era la oportunidad de vincular la democracia representativa con la participativa, pero quedamos a mitad de camino», sostuvo.
Y destacó que, si bien el bloque de convencionales de la CC-PS logró consenso para tratar diversos temas, «cuando hay que tocar cuestiones relacionadas con el poder, existen límites y el oficialismo no tiene problemas de demostrar su fuerza contra todos los demás».
El convencional socialista insistió que el Consejo «debería ser un órgano autónomo, auxiliar del poder Judicial integrado por diferentes sectores» y «designar los miembros del STJ, magistrados, funcionarios de ese poder y del ministerio público en todas sus instancias», pero advirtió que como votó hoy el pleno de la Convención Constituyente: «quedamos a mitad de camino y la sociedad lo advertirá».
También aseveró el sistema que es impracticable “por el descrédito frente a la población de la designación de los jueces del Superior Tribunal de Justicia (STJ) con acuerdo del Senado”.
El presidente del bloque de la CC-PS advirtió que la aprobación del proyecto del justicialismo «nos retrotrae 80 o 100 años atrás, a las teorías de las democracia representativa», y agregó que «aunque exista la legitimidad del voto, el solo hecho de ganar elecciones no da derecho a designar jueces, ya que se pueden dar muchos ejemplos de pasos en falsos de la aplicación de ese principio».
Reggiardo también señaló que el Ejecutivo ha respetado hasta ahora el proponer al Senado el primero de la terna surgida del Consejo de la Magistratura. “Ahora, al mantenerle la facultad de seleccionar entre los tres, se dará más protagonismo al poder político y esto es un retroceso frente a la práctica», indicó.
Por otra parte, fustigó por haberle concedido a los intendentes la facultad de proponer ternas para nombramiento de los jueces de paz. «Es impropio que se les de a los jefes comunales la posibilidad de proponer en terna a los jueces de paz, ya que el Consejo de la Magistratura sólo intervendrá a propuesta de los municipios. Esto se presta a continuar con la práctica de atender favores políticos, en vez de jerarquizar el buen desempeño de la justicia de paz”, sostuvo.
Por último, advirtió: «existe una definición de poder que no se compadece con los tiempos que vivimos. Hoy hubiéramos sentado las bases concretas para una justicia realmente independiente, pero no se aprovechó la oportunidad».