La iniciativa se sustenta en los principios de eficiencia y economía en la administración pública y, al mismo tiempo, los valores de equidad que consagran los principios republicanos y democráticos, según sus fundamentos.
De esta forma, en la administración pública provincial, existiría un «sueldo de referencia» objetivo, tomando éste del básico del agente de menor categoría de la Provincia. Así, la letra del proyecto fija para el gobernador una remuneración máxima de diez salarios básicos, mientras que para los legisladores el tope es igual a ocho sueldos mínimos e impide que el resto de la administración pública gane más que el primer mandatario.
«La disposición de que el sueldo de referencia del Gobernador o Gobernadora no pueda ser superior a diez sueldos básicos de la administración pública cumple acabadamente con estos requisitos y elimina la posibilidad de que se profundice la brecha perceptiva existente entre la realidad del destinatario de la labor estatal y de quienes, coyunturalmente, se encuentran al frente de la misma», manifiesta Schvartzman en los fundamentos.
«Como lo planteara en alguna ocasión Guillermo Estévez Boero, es un error creer que el problema de la reforma política puede resolverse cambiando a las personas que detentan el poder, y dejando intactas las estructuras de ese poder injusto», finaliza diciendo en los argumentos el vicepresidente del bloque del Partido Socialista-Concertación Cívica.