Constanzo fue compañero y subordinado de cinco de los acusados. “Fue muy esclarecedor su testimonio. Ilustró como funcionaban los centros clandestinos de detención de Rosario y fundamentalmente como fue el traslado de Raquel Negro y como se organizó la estadía en Paraná”, señaló Amore.
El ex agente de inteligencia explicó como funcionaba el grupo de tareas, que rango tenía cada imputado y quien era el jefe. “Lo señaló a Guerrieri, a González, también a Pagano, a Amelong y fundamentalmente a Guerrieri. La verdad es que fue muy orientador para aquellos que por ahí les quedaba alguna duda en relación a lo que había pasado en la Quinta de Funes, en la escuela Magnasco y en la Intermedia, los tres centros clandestinos de detención de Rosario”, indicó. Todos los nombrados, incluyendo a Constanzo, fueron condenados a cadena perpetua por lo sucedido en esa ciudad durante la dictadura.
Respecto del destino que corrió Raquel Negro, Constanzo comenzó explicando quienes habían viajado a cuidarla hasta la capital entrerriana. Y aseguró que fue González quien diseñó el operativo. La mujer, embarazada, dio a luz en Paraná y los integrantes del grupo de tareas llevaron el comentario a Rosario sobre el nacimiento de mellizos, un niño y una niña. El ex agente de inteligencia reiteró sus afirmaciones realizadas durante la instrucción, que la niña fue dejada por Pagano y Amelong en la puerta de un convento. Su testimonio fue fundamental para que, tres décadas más tarde, la Abuelas pudieran encontrar a Sabrina Gullino, la hija de Negro.
En relación al bebé varón, Constanzo dijo en un primer momento que el niño había muerto. “Esa fue una hipótesis que se manejó durante mucho tiempo en la causa”, dijo Amore. No obstante, la hipótesis fue descartada hoy dado que el represor dijo que el chico no está muerto. Y mencionó al hijo de Paul Navone, un militar que se suicidó en febrero de 2008, el mismo día que debía prestar declaración indagatoria en la causa Hospital Militar. “El sostiene que el hijo de Navone podría ser el hermano de Sabrina. Lo tiró como una posibilidad en la audiencia de hoy”, expresó.
Se trata de datos que pueden servir para esclarecer el paradero del hermano de Sabrina. “Estamos evaluando y estamos analizando todas las posibilidades que podamos llegar a utilizar en la causa que se está llevando a cabo en la instrucción”, dijo la abogada.
Amore dijo que el testimonio de Constanzo fue “impactante”. No por lo que dijo, dado que mucho de lo relatado lo habían leído en la etapa instructoria y en otra causa judicial, sino porque es diferente escuchar a uno de los protagonistas de la época represiva. “En una oportunidad se dirige a Sabrina Gullino y a Sebastián Álvarez y eso fue escalofriante realmente. Les dijo: ‘si ustedes quieren saber que pasó con Raquel Negro pregúntenle’ y lo señala a Marino González ‘que fue el último que vio a su madre’”, indicó.
El personal de Inteligencia dijo que la vio con vida a Negro antes de ser llevada a Paraná y luego ya sin vida cuando vuelve a Rosario. “La pudo ver en el baúl de un auto completamente desnuda y sin vida”, indicó.
Por último, la abogada querellante señaló que en el devenir de los testimonios se probaron “vastamente todos los hechos y la responsabilidad de los imputados”. Y agregó que estaba muy contenta con el desarrollo del juicio por la cantidad de datos aportados y la colaboración de los testigos.
Mañana se van a llevar a cabo dos videoconferencia, una con la titular de la Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, quien “en algún momento viajó a Paraná buscando a los hijos de Raquel Negro”. La otra con el periodista Miguel Bonasso, quien conoció a Tulio Valenzuela, un cuadro importante de la organización Montoneros y el padre de los mellizos, en México. “Van a ser muy interesantes los testimonios”, dijo la abogada.
