
No obstante, el diputado recordó que los controles de precios tienen un punto débil: el desabastecimiento. “Se viene la segunda disputa que los que somos grandes la conocemos a esta historia. Cuando a los sectores dominantes no les gusta qe les toquen el bolsillo, hacen desabastecer determinados productos”, indicó. “Es la maneta de presionar para generar enojo en la opinión pública y decir que la culpa la tiene el gobierno”, remarcó.
Asimismo, sostuvo que la oligopolización de empresas, un proceso que comenzó en los 70, a partir de la década del 90 se aceleró. Eso significa que un grupo de compañías muy reducido y tiene el 80 o 90 % de fideos, bebidas gaseosas, aceites y lácteos. Son las mismas compañías que en los últimos dos años de Macri tuvieron un balance negativo. Pero en el primer año del gobierno de Alberto Fernández tuvieron resultados positivos. Y en el primer trimestre, la rentabilidad de empresas como Arcor y Molinos del Río de la Plata es «increíble», remarcó. “Cuando uno mira los balances, se sorprende del nivel de dinero que han ganado”, remarcó.
Loggio se preguntó a costa de qué han ganado tanto dinero. Y la respuesta fue que los hicieron en base a la remarcación constante de precios. En consecuencia, les pidió que ganen en base al volumen de ventas y no por la suba de precios. El gobierno aboga por la recuperación del poder adquisitivo, se genera el aumento de salarios en paritarias, el gobierno otorga bonos a los jubilados pero el mercado se queda con la mejora del salario con los incrementos de precios.
“Esas compañías ganan dinero de manera desenfrenada, compran dólares y los fugan del país”, indico. De hecho, Loggio recordó que la mayoría de los empresarios que conforman el oligopolio que entrega productos en la Argentina aparecieron en los Panamá Papers. “Hay necesidad de que el Estado se involucre en la toma de decisiones”, remarcó.
Por otra parte, sostuvo que no hay ninguna razón para aumentar precios. “El dólar está planchado; las tarifas están planchadas. No hay puja distributiva. El último año de puja distributiva fue el último año del gobierno de CFK cuando los trabajadores hacían paro por el impuesto a las ganancias. De Macri para acá, los trabajadores han venido perdiendo en la pelea contra la inflación. Y el gobierno de Alberto no ha logrado todavía resolver este problema. Sabe Alberto que por más aumento de salario que genere, sino hay un criterio razonable de aumento de rentabilidad en las empresas, no hay dinero que alcance”, dejó en claro.
Asimismo, recordó que una de las razones que expresa la derecha para sostener que el nivel de inflación actual se debe a la emisión monetaria, Loggio recordó que en el periodo de Macri, con emisión cero, la inflación anual era de 50 %. En tanto, si bien admitió que hubo mucha emisión mucho el año pasado por el IFE, este año está mucho más controlada.
“Está muy bien la ley de Abastecimiento. La ley establece que el gobierno nacional tiene que coordinar con las provincias y los municipios el control de los productos que entran en la nómina. El gobierno tendrá que ver que los productos estén en las góndolas, que no generen desabastecimiento, que se produzcan. Insisto, el nivel de rentabilidad de las compañías es altísimo. Ninguna compañía puede decir que están perdiendo dinero: están ganando mucho más dinero que en la época de Macri”, remarcó.
La única forma de controlar que los productos no escaseen, para Loggio, consiste en que el gobierno controle los depósitos, los centros de distribución, además de conversar con las cadenas productivas. «Es todo un desafío que va a tener el Estado para que no haya desabastecimiento”, dijo.
En tanto, sostuvo que los consumidores deberán comprar productos de marcas como Marolio y Molto que adhirieron al congelamiento de precios. “Tendremos que ir a comprar esos productos de empresarios que están dispuestos a ponerle el pecho al país y hacer un esfuerzo por la Argentina. Y escuché al dueño de Maxiconsumo decir que congelamiento de precios no pierde dinero. Entonces si él no pierde dinero, ¿por qué los otros van a perder?, se preguntó.
El problema es que esos productos los ofrece la cadena Maxiconsumo. Y en Concordia, no hay ningún local de esa firma. Y las grandes cadenas existentes se niegan a comercializar los productos de esas marcas. “Pero bueno tenemos que empezar a buscarlos, a exigirlos, a pedirlos a nuestros autoservicios y supermercados donde compramos”, dijo.