Conflicto docente: Se reúne el congreso de Agmer en Colon

Las quitas, que se aplicaron en los haberes de julio y agosto, incluyen un total de ocho días, y representan montos que van de los 100 a los 500 pesos, en sueldos del personal directivo.
Aunque los dirigentes de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), el principal gremio del sector, hablan con cuidada prudencia, en reserva admiten que la adhesión a los últimos paros ha mermado. “Está muy difícil poder sostener otro paro, más allá de que el nuestro es uno de los departamentos que ha tenido más alta adhesión. Pero la gente está muy afligida por los descuentos”, aceptó Perla Florentín, titular de Agmer La Paz.
El último congreso de Agmer, desarrollado en La Picada, y que aprobó la realización de un paro el último jueves, en rechazo a la oferta salarial que hizo el Gobierno, a la que se tildó de “distorsiva” e “insuficiente”, tuvo una fuerte discusión antes de poder aprobar esa moción.
El ala dialoguista del sindicato había intentado, sin éxito, abrir una tregua y negociar con el Ejecutivo no sólo una mejora de la oferta salarial, incorporando a los profesores de nivel medio y a los directores que habían quedado afuera, sino también un tema urticante: la devolución de los descuentos.
Ahora, ese grupo de dirigentes intentará nuevamente llevar la discusión hacia esa dirección. “La propuesta no mejora nada. Es escasa. Pero también debemos tener en cuenta que los descuentos son importantes. Entonces, el camino que queda es abrir un compás de espera, y negociar la devolución de esos descuentos”, afirmó la titular de Agmer La Paz.
En el mismo sentido, Gabriel Perotti, referente de la Lista Celeste Compromiso, sostuvo la necesidad de “encontrar una salida” y resaltó la urgencia de reflotar la negociación en una mesa paritaria. “En el año 2005 hicimos 15 paros pidiendo la paritaria, y ahora no usamos esa herramienta”, aseguró.
Víctor Hutt, miembro de la comisión del salario de Agmer y dirigente de una seccional con peso propio, Uruguay, trazó un panorama en el cual incluyó la necesidad de establecer una impasse de una semana en el conflicto, y dirimir la aceptación o rechazo a la última oferta —a la que calificó de “más de lo mismo”— en un próximo congreso, que podría reunirse el próximo sábado.

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