Macri: “Elegimos un cambio en democracia porque creemos en que hay un mejor futuro para nosotros”
Macri conformó su gabinete con gerentes de empresas monopólicas, oligopólicas y radicales extraviados, con la idea de presentarlos en la sociedad como gestores eficientes, expeditivos y honestos. Pero en realidad fue para la validación de que los conflictos de intereses son posibles de ser subsumidas en una lógica única: una sociedad en la que pocos tienen mucho, muchos tienen poco y algunos no tienen nada. Esa es la premisa “democrática de la Alianza Cambiemos” en términos económicos, políticos y sociales; carácter predador y violento organizado para el beneficio del capital y la ganancia.
Cuando se sirve abrumadoramente a las élites económicas, la riqueza se apropia de la elaboración de las políticas gubernamentales tendiendo a favorecerlos. Hay una famosa cita de un ex miembro del Tribunal Supremo de los EEUU, Louis Brandeis: “podemos tener democracia, o podemos tener la riqueza concentrada en pocas manos, pero no podemos tener ambas”. Este es un gobierno del poder económico, y por ello es que queda más expuesto su carácter clasista, de desprecio y estigmatización de las mayorías populares y de un abierta y desvergonzada política antitrabajadora.
En efecto, esta dinámica es denominada “Democracia Corporativa”, es decir, un régimen en el que la representación de los intereses diversos de la sociedad queda subordinada a los intereses específicos de un grupo de corporaciones, que por lo general ostentan un poderío económico altamente concentrado. Una democracia tiene menos poder que ellos. El ocultamiento de la verdad, el silenciamiento de la disidencia y la violencia contra la protesta forman parte de la misma trama, constituyen a esta altura las claves de la actual dominación política.
Solo prestemos atención algunas de las formas de los acuerdos y resolución de conflictos del gobierno y el poder económico, de acuerdo a las informaciones oficiales.
-La quita de retenciones implicó una pérdida de recursos fiscales de 70.000 millones de pesos (1 punto del PBI). Ese dinero fue transferido a los complejos agrario, minero e industrial; y ese complejo aportó menos de un dólar por cada cinco que recibió del Estado. Hoy el sector sojero retiene 20 millones de toneladas de soja a la espera de la baja de los derechos de exportación (desde enero 2018) y, presionan por una corrección cambiaria muy fuerte. Ninguna duda, eso ayudaría a bajar los salarios y al sector, una rentabilidad extraordinaria con un peso más devaluado después de las elecciones.
-Pese a que la ley de blanqueo de capitales limitaba el ingreso de familiares, a través de un decreto simple Macri le permitió ingresar a cualquier familiar con aquellos bienes que fueran anteriores al período en el que el familiar ingresó a la función pública. Este año, una investigación periodística reveló que el hermano del presidente, blanqueó más de 600 millones de pesos.
-Endeudamiento descomunal (la deuda pública ya asciende a más de 283 mil millones de dólares), que es acompañada por contracción de la economía, apertura importadora, redistribución regresiva del ingreso, cierre de empresas, liquidación de controles estatales al “mercado”. A ello se agrega la fuga de divisas, que en los primeros siete meses, según distintas consultoras, ya habría superado los 10.000 millones de dólares, más que en los doce meses de 2016.
-En el paraíso de la bicicleta financiera, como refiere la prensa internacional a la economía argentina, “la lluvia de inversiones externas” prometida se dirige casi exclusivamente a negocios especulativos de cortísimo plazo. Los únicos dólares del exterior que ingresaron al país fueron para comprar Lebac, acciones y bonos. El saldo neto de la inversión extranjera directa para producción fue negativo en 88 millones de dólares.
El ministro de Finanzas, Luis Caputo, “calmó a los mercados” y a los “inversores” al afirmar que por ahora no van a gravar la renta financiera. Colosal paraíso diseñado para los especuladores con los Lebac, a tasas superiores a la estimación de la evolución del tipo de cambio.
-Menos Estado, menos impuestos, más flexibilización laboral piden las cámaras empresarias y el FMI, mientras siete de cada diez asalariados no logra reunir un ingreso mínimo que le asegure no caer en la pobreza. Además, el 50% de los hogares se encuentran debajo de la línea de pobreza. En el índice de distribución del ingreso, el índice de Gini se ubicó en 0,428, contra 0,427 que se había computado en el mismo período del año pasado.
-Macri firmó un decreto de necesidad y urgencia por el cual modificó la ley de Acceso a la Información Pública y le dio el manejo de los mismos al jefe de Gabinete, Marcos Peña, un obsesionado con el manejo de los datos públicos, que le permitirá el análisis y procesamiento de grandes volúmenes de información variada para predecir comportamientos.
-Derogación de facto de leyes de medios y de telecomunicaciones. La revocación de ambas normas mediante decretos del Poder Ejecutivo, constituyen actos de violencia jurídica, fue perpetrada justamente para eliminar las cláusulas antimonopólicas que afectaban la posición dominante del Grupo Clarín en el mercado audiovisual.
-Milagro Sala, presa política. Para que pueda llevarse adelante la persecución penal, Macri otorga pleno aval político a la maniobra ejecutada por Gerardo Morales. El encarcelamiento de Sala, en un hecho jurídicamente atroz que viola la taxativa norma de la Constitución Nacional según la cual “ningún habitante de la Nación puede ser juzgado por comisiones especiales”, ni tampoco “puede ser penado sin juicio previo”.
-Quién debe realizar las escuchas telefónicas legales. Otro hecho escandaloso para la legalidad vigente fue la derogación de facto de cláusulas de la ley de Inteligencia sancionada en marzo de 2015 por el Congreso de la Nación. Eliminó la atribución que la ley otorgaba a la Procuración General para tener a su cargo las escuchas telefónicas. Esa tarea determinante en la vida de toda la sociedad quedó en manos de la propia Corte, que a su vez la derivó en otros jueces.
– Presión y censuras contra medios y periodistas que desnudan con datos verificables graves hechos de corrupción de funcionarios y familia presidencial. En medio de esto el candidato a diputado de “Vamos Juntos” que lidera Elisa Carrio, Fernando Iglesias, pide que lleven preso a un periodista que denuncio al hermano del presidente por el blanqueo de dinero.
-El gobierno de Cambiemos sigue tanteando el terreno para ver por donde lograr su objetivo explícito de “acabar con el curro de los Derechos Humanos”. Macri rotundamente expresa a quienes "desprecian la memoria, la verdad y la justicia”. Un ejemplo, el Ministerio de Cultura de la Nación instaló un discurso donde proponen a alumnos de Ciencias Sociales: “recordar, tener memoria genera reacciones nocivas”. Incluso esgrimen ideas como: “La democracia es la dictadura de las mayorías y hay que aceptar cierto grado de impunidad en pos de la paz”.
ale aclarar que estas muestras de cinismo materializadas en políticas públicas solo se pueden llevar a cabo con complicidad de dirigentes de la oposición, gremialistas, empresarios y medios de comunicación con estrategia argumentativa para despojar de racionalidad a la política.
El capitalismo sólo se siente seguro si es gobernado por quien se identifica con sus “necesidades”, mientras que la democracia es idealmente el gobierno de las mayorías que no se identifican con las “necesidades” del capitalismo, sino todo lo contrario. El conflicto es, en el fondo, un conflicto distributivo.
“Odi profanum vulgus, et arceo”.
Se trata de una sentencia latina acuñada por el poeta romano Quinto Horacio Flaco Horacio que significa “odio al vulgo ignorante, y me alejo de él”. Es uno de los términos primigenios que explica el clasismo y la necesidad de mantenerse en un plano de superioridad de las clases dominantes. Jaime Durán Barba dejó la frase: “el votante de Cristina está vinculado al que vende mercaderías con marcas falsificadas, parásitos del subsidio, o es parte del millón de personas vinculadas al narcomenudeo”. “La grasa militante” de Alfonso Prat Gay. “Hay que ver cuán pobre son los pobres”. “Le hicieron creer a un empleado que podía tener celular e irse de vacaciones”; González Fraga. “Todas las mujeres que reciben la asignación por hijo buscan tener algún otro para tener un poco más de dinero”, el cómico condenado Del Sel. “Cristina lo único que sabía era darle dinero a los muertos de hambre para que la bancaran y decirles pobres para humillarlos”. “El hambre del pueblo es una campaña sistemática de propaganda de C5N, no hay hambruna”, se despachó la heroína de la República Elisa Carrio.
Son muchas las frases que se expresan en forma de odio, repugnancia u hostilidad ante el pobre, el sin recursos y el desamparado del Estado.
El odio, el agravio por la otredad, la condición de mercancía usable y prescindible que la democracia corporativa les atribuye a las personas, es el verdadero rostro de esta “Segunda Alianza”. Ese odio es trasportador de un lenguaje que organiza un modo de pensar, y que los medios de comunicación y periodistas transforman en el sentido común de una cultura uniforme. Es la lengua del desprecio, del rechazo intenso y voraz.
A pesar de tanto despojos soportados por la mayoría de los argentinos en estos casi dos años, habrá más ajustes todavía, más salvajes en términos de disciplinamiento. El ajuste es inevitable para paliar el déficit generado por sus políticas de transferencia de recursos a los sectores más concentrados. Como objetivo prioritario (ya lo anunciaron), reformas estructurales de flexibilización laboral, recorte en el presupuesto para jubilaciones, mayor desregulación financiera, aumento de tarifas de los servicios públicos y rebaja de contribuciones a la seguridad social.
También tiene en carpeta poner límites al impuesto a los Ingresos Brutos, en un acuerdo federal fiscal. Desde hace 15 años las provincias dejaron de actualizar los impuestos al patrimonio (que es su potestad), y descansaron en la suba de la nominalidad de Ingresos Brutos. Esto traerá tensiones fuertes entre la Nación y las provincias.
Como lo presagia Mauricio Macri “que tipo de democracia esta en juego el 22 de octubre”.