Transportados por un helicóptero, Vidalín acompañó a seis de los empresarios que a su entender, se fueron conformes. Además, adelantó que volverán a fin de mes y en febrero para, finalmente, en marzo definir en qué departamento se instalará la planta: las opciones son Durazno o Tacuarembó.
Según explicó Vidalín al diario uruguayo La República, a estos directivos extranjeros no les preocupa el reclamo medioambiental proveniente de la Argentina, bajo el argumento de que la planta estará ubicada en un río interno (río Negro). Sostienen que darán todas las garantías medioambientales. Incluso, el presidente de Stora Enso para América Latina, Nils Gramstron, manifestó que está dispuesto a dialogar con quienes estén en contra de la instalación de la papelera, para brindarle la mayor información posible.
Cabe aclarar que la obra demandará una inversión de unos mil 250 millones de dólares y estará enmarcado en una circunferencia de 60 kilómetros. Además se prevé que la construcción de la planta generará unos 10 mil puestos de trabajo y, una vez terminada, dará empleo a unas 500 personas en forma directa, y hasta 3.000 de forma indirecta.
