La denuncia fue realizada por el jefe del grupo oficial Purgat, y varios de los compañeros del imputado declararon en su contra. A pesar de numerosos allanamientos, el arma no fue hallada, por lo que se presume que fue vendida inmediatamente del hecho.
Los testimonios de los funcionarios fueron sustanciales para con certificación de los hechos, dos de ellos referían que vieron salir a Imbelloni de la sala de armas y que notaron la falta de esa pistola. Un tercero, había visto que el cabo la llevaba en la mochila, dado que pudo observar el caño de la misma salir por arriba del bolso, pero no le dio importancia en la oportunidad, porque es común que la lleven para hacer la guardia en entidades bancarias. Cuando se notificó la Falta de la ametralladora, se ataron cabos, y descubrieron al cabo.
La denuncia fue efectuada por la fuerza de seguridad el 26 de septiembre pasado, y según se describe en la misma, el arma estaba desactivada e inutilizable, aunque no se descarta que haciéndose de las piezas faltantes, pudiera ponerse en funciones. Se trata de una pistola ametralladora Halcón calibre 9 milímetros, fabricada en 1963.