Capellino, médico que cumplía funciones en el Hospital Militar de Paraná, está acusado de "legalizar" tres homicidios y ser el encargado de "controlar el estado de salud" de los presos políticos durante las sesiones de tortura a la que eran sometidos en el centro clandestino de detención que funcionaba en el Batallón de Comunicaciones del Ejército, en Paraná.
Entre 1976 y 1977, se desempeñaba como jefe del Área de Clínica Médica del Hospital Militar y está acusado de “legalizar” los homicidios de Juan Alberto Beto Osuna, Carlos José María Fernández -en la denominada Masacre de La Tapera- y Pedro Miguel Sobko; y por el secuestro y torturas que sufrió un detenido político en el nosocomio castrense.
Este lunes se lo condenó como partícipe secundario por el homicidio de Sobko, se lo absolvió por el caso de Fernández y Osuna, se lo condenó por la privación ilegal de la libertad de Gustavo Hennekens, pero se lo absolvió por los vejámenes y torturas a Hennekens.
