Condenados a prisión por matar a puñaladas un niño de 13 años

El debate. A poco más de un año del hecho, los dos acusados fueron llevados a juicio oral ante el tribunal integrado por los vocales Alberto Seró, Fabián López Motas y Néstor Pascual Fervenza. Los presos estuvieron representados por los abogados Arrechea y Pérez, en el caso de Quintero, y el defensor oficial Eduardo Bernasconi, en el caso de Figueroa, siendo el fiscal de Cámara Diego Young.
En la primera audiencia declararon cinco testigos que comprometieron a los acusados, quienes en su defensa negaron rotundamente ser los responsables del crimen, señalando que no entendían cómo uno de los testigos de la causa los involucraba directamente en el hecho.
El primero en declarar en el debate fue el testigo arrepentido, Antonio Omar Díaz de 20 años, quien tras el lamentable suceso, se convirtiera en el testigo clave arrepentido y que, según sus dichos, presenció el crimen. La declaración del joven demandó un complicado interrogatorio, ya que con visibles muestras de estar atemorizado, el muchacho no podía soltar palabra alguna, hasta que fue intimado por los vocales, los abogados de los acusados y el fiscal para que ajustara su relato. Tras reconocer que tenía miedo, confirmó haber estado compartiendo una reunión en casa de Mauro Villagra, también testigo, donde tomaron y fumaron porros, para luego salir rumbo a la zona de las vías en la búsqueda de durmientes para vender. Según Díaz, durante el trayecto, Villagra habría escuchado que Figueroa y Quinteros hablaban de apretar a alguien, lo que luego se le contó a él. Tras fracasar en el intento de robar durmientes, todos emprendieron el regreso, pero se separaron.
El testigo dijo que se retiró junto a Julio Figueroa, Martín Quinteros y Damián Rodríguez –otro testigo que no concurrió al debate– y que al ir por el predio de las vías se encontraron con Maximiliano Bourquet, quien fue detenido en su marcha por Figueroa, quien luego sacó algo de su cintura y le asestó un golpe a la altura del pecho, como empuñando un arma, tras lo cual el menor cayó de espaldas. Díaz se retiró del lugar rumbo a su casa. Al testimonio determinante del joven que era observado muy atentamente por los acusados, se sumó la declaración de Villagra que corroboró los movimientos previos al crimen y confirmó el haber escuchado que los acusados decían que tenían que apuñalar a alguien por temas de droga, por lo que supuso sería Bourquet.
La última en declarar fue la madre del imputado Quinteros, quien destacó que no vio a su hijo nervioso luego de lo ocurrido y que lo controlaba mucho, ya que no le gustaban sus juntas.
Luego de los testigos, se pasó a cuarto intermedio, para finalmente escuchar los alegatos de las partes. Las defensas hicieron hincapié en que no existían elementos concretos que dieran por cierto la responsabilidad del homicidio y solicitaron la absolución. No obstante esto, la Fiscalía, luego de justificar con su alegato lo actuado en la investigación e instrucción, solicitó la condena de ambos acusados.
Tras la acostumbrada deliberación, los vocales dieron a conocer la sentencia de 18 años de prisión para Julio Figueroa por Homicidio simple y de ocho años para Quinteros, por haberlo encontrado responsable de ser Participe secundario.
Por otra parte se señaló que los considerando del fallo serían comunicados en audiencia luego de la feria invernal, trascendiendo que conocido los mismos, las defensas podrían presentarse en caso de ser necesario, la Casación ante el Superior Tribunal de Justicia.

Fuente: UNO

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