Cuando en la audiencia pública se le preguntó por estas demoras, atribuyó la responsabilidad a los trabajadores y a un accidente que lo habría obligado a dilatar la dinámica normal de su despacho.
Quienes han advertido sobre los antecedentes de Fiorotto recuerdan, además, que mantuvo su condición de afiliado radical pese a ser juez y observan que no sólo concursó para la Cámara laboral de Paraná —instancia en la que fue el mejor posicionado— sino que también se inscribió para participar del concurso Nº 29 para juez Laboral en Gualeguaychú; y en el concurso Nº 39 para integrar una Cámara Laboral, también de la ciudad del sur entrerriano.
En las dos últimas instancias, quedó fuera de competencia en la evaluación de antecedentes y oposición, etapas previas a la audiencia pública. Si bien cada concurso tramita por separado, hay quienes se preguntan cómo es posible que quien no pudo ameritar lo requerido para ser juez de primera instancia (concurso Nº 29) puede ser elevado al cargo de vocal de Cámara.
Fiorotto es el secretario de la Asociación de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial. Varios de los miembros de esta entidad se hicieron presentes en la audiencia pública del concurso Nº 27 que tuvo lugar el 4 de diciembre de 2006, en la sede del Colegio de Abogados de Paraná. Antes, el 9 de junio de 2006, pasó la prueba de oposición con un tribunal que, tras algún cambio, quedó conformado por Edelmiro Tomás Pauletti, Jorge Alberto Pirovani y Adrián Goldín.
El consejo resolvió por unanimidad conformando la terna del siguiente modo: Osvaldo Fiorotto, en el primer lugar con 63 puntos; Gabriela López Arango, segunda, con 61,5 puntos; y tercero, Santiago Morande, con 60 puntos.
De todos modos, el proceso del concurso en cuestión no ha finalizado. Según se supo, la resolución ha sido impugnada por una persona que participó de la audiencia pública y cuestionó, tanto la condición de afiliado a un partido político de Fiorotto, como los argumentos esgrimidos para defenderse ante el pedido de explicaciones por las dilaciones en su juzgado.
DE FONDO
Fuentes consultadas por EL DIARIO, aseguran que no es posible atribuirle mala fe al Consejo de la Magistratura al momento de confeccionar la terna del modo citado.
Ponen de manifiesto la voluntad del organismo asesor de darle aire a las instancias de concurso, evitando declarar desiertos estos espacios como podría haber sucedido en este caso. Ante las dudas, por la falta de evaluaciones con mejores resultados, se ha optado por avanzar en los pasos de confección de la terna. De este modo, se evita dejar la vacante para ser cubierta según el criterio del Superior Tribunal de Justicia (STJ) y de acuerdo a la facultad que la Constitución Provincial le confiere al alto cuerpo.
Lo cierto es que, ante las vacantes que se van sucediendo en el Poder Judicial, aparece un problema que es la merma en la cantidad de participantes de los concursos. Así es que se han presentado instancias en las que ninguno de los participantes demuestra idoneidad suficiente para el cargo que se pretende cubrir.
En este marco, se han planteado propuestas como la realización de campañas y cursos en función de la difusión de los objetivos del organismo, entre otras iniciativas que, por lo pronto, están en veremos. Mientras, los consejeros continúan con su trabajo ad honorem, cumpliendo con el objetivo central de darle transparencia a la designación de magistrados en Entre Ríos.