El reportero gráfico, Ignacio Rollano, fue duramente increpado por una de las manifestantes en la marcha de ayer lunes en la plaza 25 de Mayo, quien lo acusó de sacar «fotos para el gobierno”. Según contó el propio damnificado, intentó explicarle a la desaforada mujer que ya había estado fotografiando cada una de las marchas anteriores para sus propias coberturas, tras lo cual, la mencionada pretendía que, como demostración de imparcialidad, el trabajador de prensa firmara una solicitada en contra de la obligatoriedad de la vacuna del COVID-19.
Al parecer, no sólo los relatos trasnochados de los medios opositores capitalinos (El avance del comunismo en la Argentina, el atropello a la Justicia y la propiedad privada, la dictadura de los infectólogos, entre otros) hacen mella en la conciencia de muchos ciudadanos concordienses. Ahora también se empiezan a replicar actitudes de intolerancia, agresiones verbales y físicas hacia quienes piensan distinto y hacia los trabajadores de prensa que cubren las marchas y parecen incomodar con sus coberturas fotográficas y preguntas que indagan sobre las motivos y argumentos de las manifestaciones. Es decir, por hacer su trabajo.
