Versiones extraoficiales dicen que desde la Fundación Odeón ofrecieron extenderle el contrato al concesionario si esta realizaba algunas refacciones necesarias en la sala y ponía en óptimas condiciones los equipos de audio y proyección. Aparentemente al cine le hacen falta algunos retoques y al concesionario no le interesa hacerlos. También, a priori, todas las versiones indican que la fundación que administra el cine se haría cargo de la actividad y le daría un toque menos comercial. Nada confirmado oficialmente ya que una suerte de hermetismo, tanto de parte de la fundación como del concesionario, rodea el tema. Nada confirmado, excepto que el único cine que hay en la ciudad, que pertenece a los contribuyentes, estará cerrado por un mes y hay mucha incertidumbre sobre su futuro.