Las primeras personas que llegaron al lugar, pudieron constatar que el espacio en el que la familia habitaba, estaba delimitado por un toldo de lona plástica, a modo de carpa, dentro del que había una cama y un par de colchones viejos con frazadas como único abrigo. Después, se supo que la dueña del lugar les cobraba $30 para poder ocupar el patio de la pensión en donde improvisaron el refugio, a falta de habitaciones libres.
La respuesta del Municipio
La explicación que el Municipio ofreció, para el caso, en un correo enviado a DIARIOJUNIO, es que a la familia se le había construido una casilla, luego que se conociera que estaban viviendo en una carpa en la playa Nebel, y que –siempre según el comunicado enviado por el municipio- Nieto habría vendido la casilla para irse a vivir a la pensión, donde se murió de frío el chiquito. En el mismo comunicado, se señala que la comuna había asistido también a la familia con ropa, pero que “ellos la regalaban porque decían que tenían mucha” y que le había recomendado a la mujer, que entonces estaba embarazada, a donde acudir en caso de urgencia médica. Para finalizar, el correo que no lleva firmas particulares sino la de la “Municipalidad de Concordia”, textualmente dice: “Queremos dejar en claro que en todo lo que estuvo a nuestro alcance desde el Municipio los asistimos y que este doloroso caso ocurrió por la negligencia de los padres de la [sic] menor”.