La cadena forestal y productos de madera tiene un peso sustantivo en la economía de Concordia. Es una actividad que muestra un crecimiento substancial luego de la salida de la convertibilidad, sobre la base de nuevas inversiones en toda la cadena productiva. De hecho de los 428 emprendimientos PyMEs, 130 pertenecen al sector (de acuerdo a La Dirección General de Promoción Industrial y PyMEs de la Provincia).
El primer eslabón en la cadena foresto industrial es el sector primario. Nuestra ciudad concentra el 37% del total de hectáreas implantadas de eucaliptos y pinos de la cuenca del río Uruguay (45.510 ha), produciendo 1,36 millones de m3 de maderas por ha/año, con una tasa de plantación de 1.800 ha/año. Es estimado que este sector genera 1,5 -2 puestos de trabajo cada 100 ha forestadas, fundamentalmente en los meses que van de junio a noviembre (período de exportación) ocupando alrededor de 600 o 700 personas.
Un dato distintivo: un porcentaje importante (la mayoría) de productores no son forestadores tradicionales, son inversionistas que se han volcado a la actividad haciendo uso, entre otras razones, de las ventajas que proporciona la ley de Inversiones Forestales, esencialmente las basadas en desgravación impositiva, créditos fiscales o subsidios directos a las plantaciones de hasta 500 has/año.
El siguiente paso en la transformación de la madera son 75 aserraderos con 850 personas empleadas, que aserra y remanufactura aproximadamente 650.000 pie2 de maderas por día. Doce de ellos aserran entre 10.000 y 40.000 pie2 diarios, el resto de 3.000 a 9.000 pie2 para producir pallets, cajones, tablas, vigas, machimbres, pisos, deck, molduras, flejes, muebles y material apícola entre otras.
Es estimado que un aserradero PyMEs que ocupa 8 personas debe aserrar 700 pies2 de maderas por hombre y por día como mínimo, para que tenga viabilidad económica, el precio por pie2 de madera aserrada en el mercado es de $ 0,70. “Por falta de tecnología, estándares de calidad, desconocimiento de los mercados y, el poco conocimiento sobre la madera de eucalipto, induce a que la comercialización este orientada al mercado interno, salvo excepciones se vende una parte importante de la madera sin valor agregado”, asegura a DIARIOJUNIO el propietario de un aserradero que produce cerca de los 18 mil pie2 diario.
Reparando en esta matriz de producción, solamente en madera aserrada se comercializan alrededor de $ 500.000 diarios, una base imponible que genera un impacto tributario muy importante. Añadiendo los eslabones de la cadena de mayor valor agregado que se le da a la madera, obtendremos la real dimensión no sólo de la base imponible a tributar sino, de los formidables efectos directos e indirectos económicos que produce esta actividad.
En el camino de darle un mayor valor agregado a la madera, 11 pequeños PyMEs (con un promedio de 6 empleados) vienen desarrollando una incipiente producción de muebles de muy buena calidad en nuestra ciudad. Si bien es cierto que es un sector particularmente atomizado, donde casi la totalidad de lo fabricado es orientado al mercado interno, está el caso de Madernor S.A que exporta la totalidad de su producción a España. “Estamos exportando muebles por un monto de $ 1.500.000 anuales desde el 2003, para una franja de personas que valora la madera de pino y el trabajo artesano que incorporamos al mueble. La caracterización de nuestro emprendimiento es que la manufactura del muebles es ideada por el propio comprador. Actualmente ocupamos 26 personas en forma permanente y no tercerizamos absolutamente ninguna tarea” apunta Edgardo Chabrillon titular de la empresa. El empresario sostiene que “como polo mueblero estamos a distancia considerable porque hay mucho desconocimiento de la rentabilidad que se obtiene transformando la madera como también de los mercados existentes. Por eso no hay proyectos para involucrar la mayor cantidad de mano de obra a la madera”.
La actividad forestal en nuestra ciudad cuenta además, con 5 plantas de impregnación con poca capacidad instalada, el grueso de la producción es de postes impregnados, actualmente se está orientando hacia la impregnación de madera para la construcción. 4 plantas de secados de maderas, 23 aserraderos que fabrican pallets, 2 que fabrican chips y 10 pequeños PyMEs que se dedican a producir cajones. Estas actividades ocupan permanentemente 350 personas.
Desde hace más de 10 años en la planta industrial Masisa S.A trabajan 850 personas en forma directa e indirecta. En su planta de 300.000 m2 de superficie, procesan 25.000 toneladas de madera por mes, con la que producen 37.500 m3 de tableros MDF, volumen que hace que lideren la producción y comercialización de tableros de madera.
La facturación de Masisa Argentina en el 2006 fue superior a los 100 millones de dólares.
Si a los diferentes segmentos que conforman la cadena : producción primaria, industrias de transformación, comercialización y proveedores de insumos, servicios y tecnología, que Concordia tiene instalado, se le suma el crecimiento constante del comercio de productos de madera, esta ciudad tiene una puerta abierta para seguir creciendo con perfil foresto industrial. Un objetivo a superar es la tecnología obsoleta existente en los PyMEs locales. La incorporación de nueva tecnología es fundamental para mejorar el desarrollo en varios eslabones de la cadena de modo de obtener más calidad.