Concordia suele ser tema cada vez que el INDEC da a conocer los índices de pobreza e indigencia. El último informe del organismo da cuenta que el departamento Concordia es el tercer conglomerado con peores cifras de pobreza: 49,5%.
Una familia compuesta por cuatro personas -dos de ellas, menores de edad- necesita tener un ingreso de $ 62.958 para no caer bajo la línea de la pobreza.
De los datos económicos del Consejo Municipal de la Producción, en base a las principales cadenas productivas de Concordia, se desprende que en 2020 el Producto Bruto Geográfico (PBG) -la medida del valor de la producción a precios de mercado de bienes y servicios finales atribuibles a establecimientos localizados en el departamento- fue estimado en 24.004.047 millones de pesos.
Si bien lo proyectado para el período era un estimado de 33.338.954 millones, la cifra se vio muy retraída a causa de la pandemia de Coronavirus. Pero los valores fueron similares a los de 2019 con un estimado de 24.290.676 millones.
Con una población de 192.136 habitantes, de acuerdo al informe del Consejo Municipal de la Producción, en Concordia el PBG per cápita (por habitante) se estima en 125 mil pesos. Sin embargo, la mitad de la población se encuentra bajo la línea de pobreza, percibiendo un cuarto de esa cifra en promedio (hay que considerar que la desocupación en Concordia, durante el último trimestre de 2020, se ubicó en el 8,6 % y que había un 19,1% de concordienses que, teniendo un trabajo, necesitaban conseguir otro para subsistir).
Las principales actividades que aportan al PBG en el departamento son la Agricultura, la Ganadería y la Industria Forestal con un 29,84 por ciento, seguido por el Comercio (en ese ítem el informe incluye los servicios al turismo, demasiado escasos por las restricciones sanitarias) con el 12,23 por ciento. En tercer lugar recién aparece la Industria Manufacturera – es decir, el valor agregado que se le da a la materia prima- con una incidencia del 9,72 por ciento en el PBG.
Entre algunas de las conclusiones del informe – del que seguiremos dando detalles en próximas entregas- se desprende que, tanto el sector Citrícola como la Industria Forestal, dos de las actividades más importantes en el departamento, presentan un alto nivel de informalidad y precarización en la mano de obra.