Concluyeron las obras del aula de educación ambiental–aula sustentable en el Perilago

Este fin de semana, después de 20 días de trabajo, se concluyeron las obras del aula de educación ambiental–aula sustentable. La misma  está montada en la zona del Perilago de Salto Grande, frente a la Comisaría 9ª. El proyecto se llevó a cabo en conjunto con “Tagma internacional”, una organización dedicada a desarrollar proyectos con eje en educación y sustentabilidad en Latinoamérica, y se construyó  a través de talleres de bioconstrucción, acorde a la modalidad de construcción colectiva de voluntarios y, según especificaron, en el proyecto también participaron los ingenieros Martin Sanchez Acosta y Ciro Mastandrea del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) sede Concordia y la Municipalidad; además de otras organizaciones, instituciones y empresas privadas.

La educadora ambiental Mariana Acosta, integrante de la Asociación Civil Luz del Ibirá, que amalgama objetivos de Educación y Economías Sustentables, explicó a DIARIOJUNIO que el lugar está pensado para que funcione como un espacio de educación ambiental. 

“Este es un proyecto que tenemos en conjunto con la organización internacional TAGMA que ya tiene proyectos de la misma índole en otros países como Uruguay, Colombia, Perú y Ecuador. El año pasado eligieron hacer esta iniciativa en alguna ciudad de Entre Ríos, entre muchas organizaciones postuladas, fuimos quedando nosotros como asociación civil para construir la primera aula sustentable para la educación ambiental de Argentina. Ellos buscaban una organización sin fines de lucro, que trabajara aspectos de la educación ambiental, que tuviera trayectoria y, sobre todo, que pudiera trabajar en forma articulada con otras instituciones.”  

La asociación tiene una Escuela de Formación en Agroecología y Conservación, pero esta aula está pensada como un proyecto complementario. Es un aula para la educación ambiental y, si bien la administramos nosotros, es abierta a la comunidad y es el puntapié inicial para ir armando otras estructuras de aspecto educativo”, señaló Acosta.

La docente dio detalles del proyecto pronto a tener su inauguración oficial: “Esta aula tiene distintos dispositivos educativos para trabajar en principios de agroecología y conservación. Como está en un punto estratégico del lago la idea es apuntar a la conservación a través de viveros de plantas nativas, el aprovechamiento y rescate de comestibles  silvestres  y no convencionales. Poder enseñarle a la gente todo el potencial alimentario que está al alcance de la mano. Plantear un paradigma de alimentación diferente, saludable y, sobre todo, accesible a toda la población.”   

Acosta explica que “se establecerán actividades y jornadas para todas aquellas instituciones que quieran acercarse para interiorizarse sobre la educación ambiental. Vamos a explicar cuestiones de agroecología y conservación, mostrar los dispositivos, hacer actividades de senderismo guiado y también enseñar algunas cosas que después se pueden replicar en las escuelas como son las huertas circulares o los hoteles de insectos. El aula es una herramienta pedagógica y por eso tiene invernaderos integrados a la estructura y también un observatorio astronómico para ver cómo se relacionan los movimientos de los astros con los fenómenos de la naturaleza.” 

Antes de empezar las obras, a través de un convenio entre la Corporación de Desarrollo de Salto Grande (CODESAL) y la Asociación Civil Luz del Ibirá, se autorizó el uso del espacio público para que la ONG construya el aula de educación ambiental–aula sustentable.

La construcción del edificio educativo se realizó a través de talleres de Bioconstrucción, acorde a la modalidad de construcción colectiva de voluntarios de la organización TAGMA. El financiamiento es de la empresa DirecTV y el diseño del proyecto corresponde a “A77 Estudio” de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), también hubo colaboración local del arquitecto Luis Ríos, participación del INTA a través del Ingeniero Martín Sánchez Acosta y Ciro Mastandrea, de la Municipalidad de Concordia a través de Desarrollo Urbano, UDAAPA, Dirección de Relaciones Internacionales. Se contó además con el apoyo de Dirección Departamental de Escuelas de Concordia y el Consejo General de Educación del Gobierno de Entre Ríos.

Además hubo colaboración de Bomberos Voluntarios para el suministro de agua durante la etapa de construcción y CeDeFi (Centro de Desarrollo Foresto Industrial) que sumó mano de obra para la realización de las aberturas del aula.  

También empresas privadas colaboraron con el proyecto, por ejemplo, la firma Rotoplas donó los tanques de agua y, por su parte, la empresa local, Rigelec, donó paneles solares. 

 

Adhesiones Institucionales al Proyecto Escuela de Agroecología y Conservación.

 – Proyecto Declarado de Interés por el HCD de la ciudad de Concordia.

-Proyecto Avalado por el Área Vinculación Tecnológica de la Facultad de Ciencias de la Alimentación de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) y en Investigación conjunta en dos proyectos referidos a la utilización culinaria de las Acacias Negras y a la identificación de levaduras nativas para vino.

– Declarado de Interés Patrimonial por el Consejo Asesor de Patrimonio, en virtud del rescate y salvaguardas del patrimonio natural e intangible propuestas en este proyecto

Entradas relacionadas