La menor acusó a sus padres ante la jueza. Dijo que tuvo lugar en su casa, ubicada en la zona oeste de la ciudad. La vida de la adolescente no corre peligro ahora. Fue atendida de inmediato por personal especializado. Y el Juzgado de Instrucción Nº 1 pidió una pericia psicológica para determinar si estaba en condiciones psicológicas de declarar y denunciar.
La jueza Rebossio, además, ordenó allanamientos en la vivienda y el secuestro de ropas de cama y el feto en el hospital. Los estudios psicológicos dieron como resultado que la niña sí podía declarar. Cuando lo hizo frente a Rebossio, dijo que fue obligada a tomar medicamentos y luego atada para ser sometida al aborto.
La Justicia no ha ordenado hasta ahora la detención de los padres. Se aguarda para esta semana que sean citados a indagatoria.