El procesamiento se habría dictado luego de poco más de tres semanas de ocurrido el hecho. La investigación del hecho llegó hasta Cabrera, quien había tenido una relación sentimental con la actual novia de uno de los chicos heridos.
La presunción de que el ataque fue generado por un móvil pasional, llevó a la Justicia y la Policía a realizar allanamientos y operativos en la vivienda del soldado. Allí se hallaron elementos relacionados a la fabricación del artefacto explosivo y otros vinculantes a la causa.
Martín Emanuel Schuv (18), Luciano Vega (19) y Gabriel Gaillard (20), se disponían a ingresar a la casa de Vega la mañana del domingo 7 de agosto, cuando encontraron en la puerta una caja de madera sospechosa, con una nota dirigida a Luciano. Gaillard intentó alcanzársela, pero una fuerte explosión hizo volar tachas, clavos y alambres de púas utilizados por el fabricante como esquirlas para provocar más daño. Gaillard recibió graves heridas en su rostro, manos y ojos, y tiene la vista comprometida. Vega casi pierde una pierna y el tercer chico sufrió golpes menores.
También se detuvo a un segundo soldado, Cristian Romero, a quien no alcanzó la medida del procesamiento. Romero había sido detenido días después por unas llamadas telefónicas realizadas desde su teléfono celular a la casa de los damnificados, que habían recibido amenazas.
Si bien no se pudo confirmar oficialmente, ayer la Jueza de Instrucción Nº 1, Marta Cristina Bonifacino ,habría recibido un llamado telefónico anónimo intimidatorio, que al parecer podría estar vinculado a este caso. Tal vez por este motivo las autoridades policiales reforzaron la seguridad de la magistrada, especialmente en su domicilio particular.