Concepción del Uruguay: el INTA planea construir una planta de biodiesel

La soja no es la única materia prima que se puede utilizar. Aunque también se está trabajando con canola —como una prometedora alternativa en cultivos oleaginosos de invierno— y el trigo, cultivo con problemas sanitarios en la región este de la provincia.
La estructura química de los aceites vegetales es muy parecida a la del gasoil. Potencialmente es posible utilizar estos aceites como combustible para el funcionamiento de motores diesel; incluso existen equipos diseñados para trabajar con aceite sin procesar. Pero la característica saliente son sus ventajas ecológicas. Es que al quemarse, no produce emisiones azufradas (muy contaminantes).
La experiencia proyectada en Concepción del Uruguay está pensada como un emprendimiento piloto que contribuya al desarrollo local y regional, teniendo como destinatarios a un grupo de productores pequeños a medianos —unos veinte—, que aportarán el grano y recibirán a cambio el combustible, pudiendo eventualmente comercializar aceite comestible. El otro aspecto importante es la utilización del expeller, residuo de la extrusión, para alimentar ganado a corral. De esta manera se pretende darle valor agregado a un commodity como el grano, mejorando la rentabilidad de la actividad ganadera muy difundida en la región.
El volumen de combustible puede alcanzar unos 10 mil litros de producción mensual, con el agregado de que la modalidad excluye los gastos de intermediación, entre otros.
La iniciativa, apuntalada por el trabajo de los ingenieros Juan Bruno y Oscar Pozzolo, apunta a contribuir a la sustentabilidad de los sistemas productivos. En el análisis de factibilidad, los profesionales destacaron a Crónica Rural que “las proyecciones sobre cantidad de hectáreas cultivadas en Entre Ríos, realizadas a principios de 2001, estimaban para 2011 una cifra cercana a las 2,3 millones de hectáreas”.
Sin embargo, “cuando todavía restan cinco años para que ese plazo se cumpla, la provincia está casi en 1,8 millones, por lo que el consumo de gasoil puede superar los 180 millones de litros estimados y, de esta manera, se podría elevar aún más el impacto de la fabricación del biocombustible”, todo ello sin considerar los combustibles utilizados en la implantación de pasturas y verdeos, el transporte, secado y otros procesos industriales.

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