A causa del atentado a las Torres Gemelas, desde el 2002 la Organización de la Aviación Civil Internacional (OACI) dispuso una nueva normativa internacional, por la cual se bajó la categoría a varios países del mundo, entre ellos Argentina por tener poco control en sus casi 300 aeródromos públicos.
En consecuencia, Fuerza Aérea Argentina envió una directiva a todos los aeródromos en cuestión para que dispusieran de un jefe de aeropuerto. El costo debe correr a cargo de los responsables, que en el caso de Concepción del Uruguay es el Municipio.
En ese momento, quien era intendente, el doctor Eduardo Lauritto, dispuso que un empleado municipal con conocimientos en aeronáutica y piloto del Aeroclub se capacitara y pasara a desarrollar la función requerida por la Fuerza Aérea.
Las nuevas autoridades municipales, no le renuevan el contrato. Ante esta falencia, la fuerza encargada del control solicitó en varias oportunidades que se vuelva a disponer de un jefe de aeródromo, pero como no tenía respuestas decidió clausurar la pista.
Esto ocasiona que aviones de ningún porte puedan operar en ese lugar y si lo hacen es bajo la responsabilidad del piloto, lo que afecta directamente a las empresas que están radicadas en nuestra región cuyos miembros se movilizan en ese tipo de transporte, como también al mismo Aeroclub.
Planteado el problema nuevamente al Intendente, por parte de los socios del Aeroclub, Bisogni de inmediato habría querido darle solución y volver a contratar al anterior jefe de aeródromo.
En esta instancia tomó intervención el Concejo Deliberante, organismo que habría detenido el nombramiento y aún no se tendría ninguna confirmación sobre el tema.