El primero de ellos se registró minutos antes de las 22, cuando Oscar Eduardo Cano, de 18 años, salió de un domicilio ubicado a la altura de calle Mitre al 2000 de Concepción del Uruguay, y luego de pasar por la parte trasera del vehículo se subió a una camioneta Ford F100 que estaba estacionada y en la cual había llegado al lugar un rato antes.
El joven puso en marcha el rodado sin percatarse que delante de la utilitaria estaba jugando Ramón Tarragona, de tres años y afincado en el sector, por lo que al intentar salir del lugar donde estaba estacionado prácticamente pasó por encima a la endeble criatura ocasionándole gravísimas heridas.
Ante la desesperación del joven, los familiares del chico herido y vecinos del lugar, la pequeña víctima fue trasladada de inmediato al Hospital Regional Justo José de Urquiza adonde ingresó directamente en la unidad de terapia intensiva en estado desesperante.
Lamentablemente, debido a la fractura de cráneo y otros graves politraumatismos, los esfuerzos médicos por salvarle la vida fueron inútiles ya que el pequeño dejó de existir poco después. La Justicia en turno dispuso la realización de la autopsia y la posterior entrega de los restos del chico a sus familiares.
Por otra parte, de acuerdo a los primeros peritajes realizados en el lugar del incidente y a los dichos de un par de testigos, la imprudencia de un joven camionero brasileño resultó fatal para un automovilista porteño en la fatídica ruta 14, esta vez, en jurisdicción del departamento Uruguay.
El episodio tuvo lugar alrededor de las 4 de la mañana de ayer cuando a la altura del Km. 104 de la mencionada vía internacional, procedente desde Paso de los Libres y en dirección a Buenos Aires, circulaba un camión Ford Cargo, dominio MFR-7632, cargado con más de 1.500 kilos de repuestos y accesorios para automóviles, al mando de Jaison Kantvinich, de 18 años y domiciliado en Santa Catarina, Brasil.
Aparentemente, los dichos de los testigos fueron lapidarios para el joven brasileño ya que todos aseguraron que al encarar una pequeña subida, cruzando la doble línea amarilla intentó pasar a un camión que circulaba en el mismo sentido y esto fue suficiente para que se encontrara de frente con la marcha de un automóvil Ford Sierra que avanzaba en sentido contrario conducido por Walter Leonel Martínez, de 32 años, a quien acompañaban su esposa Claudia Pereyra, de 28 y la pequeña hija del matrimonio, Valentina de 2, todos domiciliados en Capital Federal.
El violento y desproporcional encontronazo fue inevitable y produjo la destrucción casi total de la parte frontal del Sierra cuyo conductor pereció instantáneamente a raíz de las gravísimas heridas recibidas mientras que su esposa e hijas, casi milagrosamente, salvaron sus vidas pero sufrieron algunas heridas leves, por lo que fueron trasladadas al hospital uruguayense donde permanecen internadas en observación.
La Justicia jurisdiccional dispuso la detención e incomunicación del camionero y el secuestro de los vehículos involucrados en la tragedia. Tomó intervención personal de Criminalística de la Jefatura Departamental Uruguay en ambos casos.
