Si bien los problemas en el sistema eléctrico no son nuevos en el establecimiento, Gaitán sostuvo que días pasados se produjo la suspensión de actividades en la Escuela Normal, porque “aparentemente” había una pérdida de electricidad en una de las aulas de lo que popularmente se conoce como “la ranchada”.
Más adelante, la funcionaria indicó que enterada de la medida dispuesta por los docentes (que decidieron suspender el dictado de las clases), concurrió inmediatamente a la escuela acompañada por los arquitectos Roberto Giles y Ricardo Cabeza de la Dirección de Arquitectura de la provincia. “Los electricistas no encontraron desperfectos, se hizo chequear todas las instalaciones eléctricas para garantizarle a los señores padres que la situación estaba bajo control”, especificó Gaitán. En el mismo sentido, insistió con que la Dirección Departamental de Escuelas y la zonal de la Dirección de Arquitectura habían indicado a las autoridades de la institución que debían desalojar estas aulas precarias, porque se había solicitado la demolición de las mismas. “Incluso el director de Arquitectura de la provincia, Enrique Renaud, había recorrido la escuela e indicó que se desalojen esas aulas. Estábamos esperando la decisión institucional de hacerlo dado que habían solicitado tiempo, visto que debían reordenar los espacios para reubicar esas dos aulas”, detalló la supervisora.
De la misma manera, detalló que la escuela recibe inspecciones periódicas de la zonal de Arquitectura. “La institución está en etapa de reconstrucción, hay una empresa trabajando y el electricista de la misma se hizo cargo de la situación y chequeó la posible pérdida”, apuntó Gaitán.
Por último, la funcionaria remarcó: “Les ordenamos a las autoridades de la institución que desalojen estas aulas precarias porque serán demolidas inmediatamente y no a fines de año como ellos solicitaron”.
ALERTA.
El hecho a partir del cual se suspendieron las clases en esta escuela sucedió el lunes pasado, cuando un alumno recibió una descarga eléctrica después de rozar una de las paredes del aula. Inmediatamente, por prevención, las autoridades de la escuela normal Mariano Moreno decidieron suspender las clases para realizar un control del lugar y reestructurar el uso de las aulas, hasta tanto se solucione el problema.
No obstante, las advertencias sobre el estado edilicio del histórico colegio no son nuevos, no sólo no hay capacidad para toda la matrícula de alumnos sino que las modificaciones que se le hicieron al edificio, entre ellos nuevas aulas, son precarias, tanto es así, que a ese sector se lo rebautizó como “las aulas rancho” o “pajarera”; sitio en el que se produjo el hecho y que preocupó a toda la comunidad educativa uruguayense.