La versión periodística que indicaba que Garin ya no pertenecía más a la CARU fue desmentida por Rodríguez, quien en la tarde de ayer fue entrevistado en el programa ‘A quien corresponda’ que se emite en Paraná. A la pregunta de Daniel Enz, Rodríguez contestó que Garin «sigue en sus funciones», textualmente
El propio gobernador de Entre Ríos, en una carta enviada al ministro de Relaciones Exteriores Rafael Bielsa, había criticado a dos de los tres delegados argentinos en ese organismo. Busti aseguraba que Rodríguez había sido el único delegado argentino «que defendió los intereses de nuestra provincia». Los otros dos, Darío Garín y Alejandro Rojas, según el gobierno, «no estuvieron a la altura de las circunstancias».
Héctor Ramón Quelo Rodríguez es oriundo de San José (departamento Colón). Fue diputado provincial, y aunque alguna vez estuvo vinculado a José Carlos «El Conde» Ramos, siempre jugó con Busti, quien además de conseguirle el cargo, ahora le retribuyó esa confianza al ponerlo en el lugar del espadachín panzaverde, «el único que defendió los intereses de la provincia».
Darío Garín, el abogado uruguayense sin ninguna experiencia previa en el lugar que ocupa y protagonista de varias notas de El Miércoles a raíz de su ostensible incremento patrimonial, es un hombre allegado al diputado nacional Hugo Ramón Cettour, al igual que al ingeniero Alejandro Rojas
Rojas, a su vez, con escasos antecedentes en política, por su amistad con el ahora senador Mariano Rebord, fue funcionario municipal cuando Rebord era intendente en Colón, pero terminó bastante alejado de él. El puesto en la CARU se lo debe precisamente a esa relación, aunque también incidieron el actual diputado provincial Rubén Adami y el propio Cettour.
En el medio de todo esto, Garin se transformó en uno de los uruguayenses más vilipendiados. Decidido a no dar señales de vida hasta que el temporal amaine o alguien le exija la renuncia, el abogado evita la consulta periodística y sigue de firme dedicado a los negocios inmobiliarios. Mientras tanto, los propios empleados de la CARU, con un ejemplar de este semanario en la mano, lo rebautizaron. En una nueva versión de un viejo chiste, le dicen «Extracto de Ginseng Coreano’: lo ves y no das nada por él, pero donde lo entrás a estudiar ni los científicos pueden explicar de dónde saca tantas propiedades”.