La intención de los ediles es que los propietarios de los comercios se enteren del tenor del anteproyecto y puedan aportar su opinión al respecto para que la ordenanza pueda tener el mayor consenso posible. Giampaolo aclaró que no se trata del establecimiento de una nueva tasa dado que el tributo a la colocación de carteles existe desde hace muchos años en la ciudad. En cambio, más bien se trata de la reactualización del sistema tarifario.
La propuesta establece la exención total a los carteles que no superen los 2 m² de superficie y estén colocados sobre la fachada del negocio. La propuesta era exigida desde el Centro de Comercio aunque Giampaolo aseguró: “más que un reclamo de ellos fue una idea nuestra para impartir algún criterio de Justicia entre aquellos carteles grandes que son un monstruo y que pagan lo mismo que los carteles pequeños”.
En cambio, los carteles que sobresalen de la fachada en sentido perpendicular o que estén colocados de otra forma o cuya superficie supere lo máximo establecido deberán abonar la tasa. “Tampoco es un costo muy excesivo, es un costo mínimo”, aclaró.
La norma que salga del Concejo también apunta a establecer cuestiones de seguridad como alturas mínimas para los letreros móviles que estorben a los automovilistas. Asimismo, apunta a impedir la contaminación visual. Por ello, en algunos artículos se establece la imposibilidad de pintar con algunos colores en cercanías de los semáforos. Además se encarece un 100 % los costos en los carteles que promocionen bebidas alcohólicas o marcas de cigarrillos.
El año pasado, la ordenanza fue suspendida hasta diciembre. “Desde ahí volvió a tener vigencia la ordenanza vieja que discrimina muy poco entre grandes y pequeños carteles y no tiene muchos requisitos en lo que tiene que ver con altura y seguridad en la colocación”, dijo el presidente del Concejo. Luego explicó que la normativa antigua no contempla las nuevas tecnologías vigentes en la materia.
