Larrarte mencionó que hay una legitimidad formal por el hecho de que se ganaron las elecciones pero en un plazo de un año de gobierno se ha ido perdiendo la legitimidad material. “Es decir el acompañamiento de la gente por una serie de decisiones que se han tomado desde el gobierno que siempre fueron en contra del pueblo y a favor de grandes grupos económicos”, señaló.
El senador de San Salvador citó un párrafo de un libro del politólogo José Nun quien sostuvo que “Una cosa es ser miembro de un Estado, sujeto a sus autoridades y a sus leyes en tanto habitante de un territorio; y otra muy diferente gozar de todos los derechos de ciudadanía y ser definido (y definirse) como participante activo en una colectividad guiada por un propósito común. Para lo primero alcanza con reconocerle al Estado una legitimidad formal; lo segundo plantea un problema suplementario y crucial de su legitimidad sustantiva, conforme ese Estado cumpla o no con los objetivos que invoca como propios o posea, en caso contrario, una credibilidad suficiente como para que resulte verosímil que logrará satisfacerlos en algún momento más o menos próximo”.
En ese sentido, planteó que el gobierno no sólo debe ganar las elecciones sino que además que logre que sus políticas “sean apoyadas por una gran mayoría del pueblo” para poder sostenerse con autoridad en el poder que están ejerciendo. “Ya sea por este apoyo o por la creencia de que en el futuro va a cumplir”, indicó Larrarte.
El legislador indicó que el Estado ha sido tomado por grupos económicos que no han cumplido ninguna de las promesas de campaña, lo único que queda es la credibilidad. “La promesa de que se cumplan en el futuro”, mencionó. “Y ahí nace la pregunta de hasta cuando le van a creer a Macri”, planteó.
En la charla con la gente que manifiesta su malestar o en las opiniones contrarias al gobierno vertidas en Facebook, Twitter se observa” la quita de la legitimidad material”, señaló. Por ello, reclamó comenzar a canalizar ese descontento en las elecciones legislativas de octubre próximo.
Más adelante, señaló que de 200 promesas o slogans de campaña reunidas en la página chequeado.com sólo se han cumplido siete. “Eso da una pauta clara, una prueba acabada de que este gobierno lisa y llanamente ha venido engañando al electorado que lo apoyó diciéndole que iba a hacer una cosa que en realidad no hace y hace otras muy distintas, reprochables desde el punto de vista ético y moral que merecen una fuerte crítica porque es un gobierno que se ha embanderado en la honestidad y transparencia pero solamente en los dichos, no en los hechos”, señaló.
Entre las promesas incumplidas, Larrarte citó: “El dólar no se va a ir a 15 pesos. Fútbol para todos va a seguir, pero sin propaganda política. Vamos a lanzar un millón de créditos hipotecarios a 30 años con fondos de la ANSES y lo vamos a lanzar el 10 de diciembre, porque creemos que es urgente y no hay razón para esperar ni un día. Los trabajadores no pagarán impuesto a las ganancias. Vamos a bajar a un dígito la inflación”.
El senador de San Salvador dijo que el cometido no era enumerar todas las promesas incumplidas sino “solamente hacerle ver a la gente que no estaban cumpliendo con nada”. “Estamos tratando de hacerle ver a la gente que ni Cambiemos ni el gobierno de Macri están dispuestos a cumplir ninguno de los compromisos de campaña”, dijo.
“Creo que la gente tiene un humor que socialmente se puede ver que es prácticamente no tolerar más los aumentos que son constantes y reiterados en todos los rubros. Antes de venir para la oficina estaba mirando que es lo que iba a pasar con el precio de los alquileres. Se habla de aumentos de hasta el 30 %. Uno de los derechos más elementales de la gente va a estar en jaque que es el derecho de acceder a la vivienda”, mencionó.
Larrarte también sostuvo que el gobierno siempre va pateando para el semestre próximo la promesa de un cambio que nunca llega y creo que no va a llegar. “Creo que la gente tenía todo el derecho del mundo a confiar que le iba a ir mejor pero en los hechos vemos que le va cada vez peor”, dijo.