Eduardo Beswick, el presidente de la Sociedad Rural, fue el orador que más aplausos cosechó durante el acto realizado esta mañana. De entrada, apuntó a dejar claro que la protesta trasciende el límite imaginario establecido en la tranquera. “Más que el reclamo del campo, es un reclamo cívico porque están en nosotros el ser manejados como ganado. Reclamamos ser ciudadanos iguales o mejores que los de la Capital y el Gran Buenos Aires”, expresó. «En la la próxima tenemos que ser muchos más. El que no viene acá, porque son cómodos, les aviso que están tirando por la ventana el futuro de la patria, el futuro de sus hijos», añadió.
Beswick dejó un «parrafito» para el gobernador Serio Urribarri. Luego de recordar a caudillos como Pancho Ramírez y Justo José de Urquiza, indicó: “me quiero imaginar si estaba Urquiza vivo, seguramente ya hubiera cruzado el Paraná en Diamante, estaría acampando con su milicias en Arroyo del Medio y le hubiera mandado un mail al presidente”, dijo sin reprimir una carcajada que se contagió debajo del escenario.
Además, dijo que el mandatario provincial debería estar “a la altura de las circunstancias”. “Hay que tener dignidad; está a tiempo de ser una abanderado y plantar la bandera aunque eso le cueste la chequera. Va a tener mucho más rédito político con esa actitud y no escondiéndose o no defendiendo al campo”, expresó Beswick.
Sin mencionarlo a Luis D´elía, el representante de la FTV (Federación de Tierra y Vivienda) a nivel nacional, lo tomó como blanco para descargar varias andanadas verbales. “Estos que estamos acá no somos planes pagos, somos productores libres”, asestó. Y luego agregó: “no nos trajeron por un choripán; nos trajeron porque tenemos un compromiso con nuestra ciudad, nuestra provincia y nuestra patria”.
Indirectamente, dijo que el dirigente de la FTV no tiene 1400.000 pequeños productores, «tiene 140.000 planes trabajar. Quisiera ver esas 140.000 manitos, a ver cual de esas manitos son como las de Alfredo De Angeli; quisiera ver si conocen una pala”.
Más adelante, rechazó los calificativos que surgieron en el fragor de la disputa con el gobierno nacional: “oligarquía”, “terratenientes”, “latifundio”. “Viven en un frasco, esta gente no conoce lo que pasa en el campo argentino. Están acostumbrados a atender a punteros políticos que van con cuentos, con fantasías. Hemos tenido la suficiente paciencia para escuchar todas las mentiras”, vociferó.
Sin mencionarlo explícitamente, Beswick hizo alusión, como en oportunidades anteriores, a la posibilidad conformar un partido que represente a los productores rurales. “Todos tenemos que diseñar la política; no podemos dejar la política en manos de cualquiera: es lo más importante”, indicó.
Otro de los oradores, Reinaldo Tommasi, productor e integrante de Coninagro, recordó que en Entre Ríos se trabajaban 1.200.000 has., había 3.500.000 de vacunos, 4.500.000 de lanares y 700.000 yeguarizos para mover la tierra. “Orgullosamente teníamos puertos; ferrocarriles que en 24 hs. movían de la Mesopotamia entera la producción; ese era el Entre Ríos que fue esquilmado por los sucesivos gobiernos”, dijo.
No obstante, recordó que gobernaban “hombres ilustrados y probos que entraban ricos y salían pobres”. Entre ellos, Tommasi citó a los ex-gobernadores Enrique Mihura, Celestinó Marcó y Miguel Laurencena, “que cuando se debieron plantar al gobierno nacional de su propio partido, dijeron basta y se hicieron antipersonalistas para defender al Entre Ríos entero”. “Que distinto es hoy”, exclamó en dos oportunidades.
En su discurso, hizo lugar a Concordia, recordándola como la “capital económica” de la provincia. “Su principal riqueza era, fue y será el citrus. Quince mil puestos de trabajo, sin un solo subsidio”, detalló el dirigente de Coninagro.
“No le tengan miedo a la chequera del gobierno”, alentó un dirigente de la Sociedad Rural, Horacio Barnada, en referencia a los gobernantes. “Sería triste tener que recordarlos como los tibios que no nos defendieron ni nos acompañaron”, añadió.
El presidente del Centro de Industria y Comercio, Horacio Fraticheli, leyó un texto preparado para la ocasión. “Los productores son nuestros vecinos, ni son pooles sojeros, ni grandes terratenientes. Son gentes de trabajo que se han sentido avasallados por una injusticia”, indicó.
“De que justicia social hablamos cuando hasta hoy las transferencias de capital especulativo no están gravadas con impuestos, mientras una maraña de tributos, tasas, impuestos de toda clase y color asfixian a las pymes y a los productores, quitándoles la rentabilidad que necesitan para crecer y generar más fuentes de trabajo”, agregó Fraticheli.
Hugo Isidro, representante de Federación Agraria, dijo que: “necesitamos que nuestro gobernador se ponga al frente. Siempre tuvo una coherencia hablando y hasta hace poco tiempo estaba trabajando bien. Bueno, ahora queremos que siga como estaba haciéndolo”.
Minutos después de las 12 del mediodía, acompañado por la totalidad del gabinete, el intendente Gustavo Bordet recibió el petitorio de manos de Beswick. “Tomo el compromiso de hacer llegar esta proclama a instancias superiores, conversar con el gobernador y mis colegas intendentes”, dijo Bordet.
“Creemos que hay razonabilidad en algunos puntos de la demanda, y las gestiones que estén a nuestro alcance desde nuestro municipio para colaborar con los productores las vamos a llevar a cabo”, expresó el intendente.
Sin apartarse de una postura intermedia, Bordet sostuvo que las retenciones son “justas” porque es un mecanismo que apunta a redistribuir equitativamente la riqueza. Al mismo tiempo, dijo que no deben “afectar la rentabilidad de los productores”. También se comprometió a trabajar para instalar en el municipio una oficina del ONCAA (Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario) que se ocupa de los reintegros a los productores.