Ayer, viernes a la mañana, la guardia mínima que recorre la escuela a diario, dado que todo el personal no concurre por la suspensión de clases, se encontró con la ingrata sorpresa. Faltaban ocho lechones. El dinero que se iba a obtener por la venta se iba a utilizar para comprar alimentos para los otros animales que forman parte del sector productivo
Cansados de los robos, en la escuela invirtieron en un sistema de cámaras de seguridad. “Eso lo hicimos en el verano”, dijo. Pero los ladrones optaron por ingresar por un punto ciego. “Nos preocupa que conocen mucho el terreno”, indicó.
Cantero sostuvo que las cámaras toman todo el movimiento durante el día. Pero hay un camino que pasa por detrás de la escuela por donde solamente transita personal de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande. Cantero no sabía con exactitud pero cree que cualquier persona puede ingresar al mismo por la entrada ubicada frente al Arca de Enrimir y atravesar todo el Campo del Alambrado que pertenece al Inta.
Sabedores de esa situación, desde la escuela pidieron a CTM que cuiden el acceso a ese camino a través de cámaras o de personal. “Es grave que esté circulando gente, más allá del daño que nos están haciendo, en la zona de la represa”, acotó.
“Trabajaron con mucha tranquilidad. Los lechones no son fáciles de agarrar y cargarlos: hacen mucho escándalo”, explicó la rectora. Lo que les llama la atención es que a escasos metros de la escuela se encuentra un Escuadrón de Gendarmería pero también Prefectura tiene instalaciones en sus cercanías, además de la Comisaría 9°. Cantero además mencionó que en las zonas de las termas está la barrera de control a la ciudad.
La escuela, orientada a la difusión de conocimientos agropecuarios, necesita tener animales para la enseñanza. Para el mantenimiento de los mismos, se autoabastece con la venta de sus productos o de los mismos animales. El año pasado, el día de la colación de la última promoción, se llevaron 60 gallinas. “No andan caminando; no son improvisados que pasaron y vieron animales”, dijo la rectora.
Anteriormente, ingresaron dentro de las instalaciones y se llevaron lechones faenados. “Ingresaron por el costado de la caldera y violentaron una ventana que, si bien no tenía rejas, tenía un pasadizo”, dijo. En consecuencia, colocaron rejas en la ventana y candados en los freezers. Solamente dos personas tienen llaves.
Hace tres o cuatro años también se llevaron una vaca lechera que no pudieron reemplazarla posteriormente en la escuela. “Nunca mas la pudimos reponer nosotros”, dijo. “Esa vez cortaron un alambrado perimetral, no tienen problemas”, dijo.
