Con menos ventas que otros años, los empleados pudieron irse temprano a sus hogares

El 24 a la tarde, los comercios pertenecientes a las grandes cadenas debían cerrar a las 18 y los medianos y pequeños a las 19:30. “Cuando llegamos había muy poca gente pero al seguir abierto los negocios siempre hay gente comprando y más allá de que sean pocos los trabajadores, tienen el mismo derecho de irse a su casa. Por eso hacemos el recorrido para que se puedan ir”, indicó.

Más adelante, el gremialista indicó que la caída de las ventas se debió a la pérdida del poder adquisitivo de la población y la falta de circulante de dinero. “Uno ve que no hay mucha gente que tenga dinero para comprar. Eso también afecta muchísimo al comercio más allá de que muchos comerciantes han sacado ofertas y un montón de cosas para paliar el tema de la venta”, dijo.

Por la baja en las ventas, muchos comerciantes han cerrado a las siete de la tarde. “Hay otros que han cerrado en el horario que estaba fijado. Y por ahí siempre tratamos de controlar a alguno que hace caso omiso”, mencionó.

De todas formas, recalcó que “hay que concientizar a la gente para que no haga lo de los años anteriores: salir a las seis de la tarde a comprar”.

En ese sentido, manifestó que siempre se topan con algunos empleadores que son reacios a respetar el acuerdo. “Hay algunos que quieren provocar con cosas. En realidad nosotros vamos a ejercer un control porque hay muchos empleadores que son  bastante pícaros y muchas veces siguen y el trabajador  no tiene por ahí el coraje como para decirle que ha llegado el horario. Entonces somos nosotros los que vamos a dialogar para decirle que las personas que están atendiendo necesitan irse a sus hogares”, explicó.

Pero, en líneas generales, Simonetti destacó que han cumplido todos. “Hay muchos empresarios que son solidarios y que tienen un poco de humanidad con sus empleados que tienen que estar con su familia”, dijo.

Además dijo que desde el CEC vienen proponiendo desde hace unos cuantos años abrir en horarios de corrido los días de fiesta. “Por ahí con Diego Lago (presidente del CICS quien acuerda con la idea) tenemos una conversación más fluida, más de entendimiento y llegar a consensuar un horario de trabajar corrido y terminar a las 18 para que cada uno pueda ir a su hogar a estar con su familia y pueda tener un tiempo”, mencionó Simonetti.

 

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