La tarjeta será el modo de pago de la prestación: en el consultorio, el médico se conectará vía on line con el Iosper, y constatará la condición de afiliado activo del paciente. En caso de que haya profesionales que no tengan acceso a Internet, la obra social habilitará un call center con una línea gratuita 0800 para evacuar la consulta.
Pero como paso previo a la distribución de los plásticos, el 11 de mayo comenzará un reempadronamiento de todos los afiliados, con la idea de actualizar la base de datos del Iosper, y fijar un domicilio donde entregar la tarjeta.
Será un salto hacia adelante, dice Moreyra, que llevará a una sustancial modificación en el sistema de atención en la obra social, que nació en mayo de 1973 y que permaneció durante más de dos décadas bajo administración del Poder Ejecutivo, hasta que fue transferida para que sea administrada por representantes elegidos por los afiliados.
En 1995, durante la gobernación del justicialista Mario Armando Moine se produjo el primer intento de cambio en la conducción del Iosper. A través del decreto Nº 3.870, Moine se propuso transferir la administración a sus beneficiarios, pero la idea no pudo concretarse. Dos años después, otro gobernador justicialista, Jorge Pedro Busti, mediante el decreto Nº 3.117 del 22 de septiembre de 1997, dispuso un nuevo reglamento de elecciones, que derivó en que en el año 1988 pudiera asumir la primera conducción votada por los trabajadores del Estado, que se ha ido rotando y se mantiene hasta ahora.
En 2009 el logo histórico de la obra social tendrá una sustancial modificación. Una empresa publicitaria mendocina contratada especialmente rediseñó el logo y la imagen del Iosper, que mantendrá los colores rojo y verde, asociados al escudo de la provincia de Entre Ríos.