Con el nuevo convenio, el Pami ahorrará $ 1.700.000 anuales que se destinaban al Ipser

Ledo comenzó señalando que “este es un proceso histórico para el Pami porque se va a retomar los convenios directos con los prestadores que desde hace muchos años están en manos de intermediarias”. En estos momentos se está elaborando un nuevo convenio prestacional, que Ledo aguarda que comience a funcionar “antes del 10 de diciembre”.
La encargada comenzó calificando al proceso actual como “difícil”. “Si bien, estas intermediarias están protestando todo el tiempo, diciendo que el convenio no les sirve, asegurando hasta que ponen plata de su bolsillo, en este momento en que Pami rescindió el convenio, no lo quieren perder bajo ningún concepto”, indicó la responsable de PAMI.
Un dato interesante es saber cuanto se llevan las gerenciadoras. “El Ipser se lleva el 10 % entre gastos administrativos y otros ítems. Eso equivale a $ 260.000 mensuales”, afirmó Ledo. La cuenta la realiza dividiendo los $ 260.000 mensuales por los 100.000 afiliados al Pami: $ 2,60 por cápita. ¿Se justifica el gasto?, preguntó Junio. “Nosotros creemos que de ninguna manera se justifica porque si el sistema funcionara bien, si las clínicas estuvieran satisfechas, si los médicos estuvieran contentos y los afiliados bien atendidos, tal vez se justificara que tuvieran el 10 % de gastos pero, en realidad, tenemos ese nivel de gastos y todos están disconformes, empezando por los afiliados”, respondió.

La cápita en el ojo de la tormenta

La cápita que distribuye el Pami también fue puesta en tela de juicio desde la Asociación Médica. El planteo es que la obra social recauda alrededor de $ 80 por afiliado y sólo entrega $ 26 a las prestadoras médicas. Ledo confirmó el dato pero contrarrestó cualquier duda sobre el destino de esos fondos al señalar que el Pami es la “única obra social del país que otorga innumerable cantidad de prestaciones más allá de lo que es la cápita médica”.
Luego comenzó a enumerar: “transplantes, el costo más barato de un transplante está en torno a los $ 100.000; medicamentos por una cápita mensual de entre $ 8 y $ 10 por afiliado; para los afiliados de escasos recursos, medicamentos sin cargo; internación geriátrica gratuita en geriátricos comunes y en geriátricos con orientación psiquiátrica; convenio de salud mental en su modalidad ambulatoria”.
La encargada del Pami siguió detallando las prestaciones directas de la obra social. “Convenio de diálisis crónica para todos los afiliados con insuficiencia renal; convenios con ópticas para otorgar un par de anteojos por afiliado por año; pañales, tiras reactivas, prótesis, ortesis, bastones, fajas. Camas ortopédicas gratuitas y sillas de ruedas”. La lista se completaba con bolsones de alimentos, subsidios por alquiler, por emergencias, pasajes, hotel y comida para los afiliados y los acompañantes que tienen que hacerse tratamientos de alta complejidad en otros lugares. Ledo luego explicó que esos gastos: “en parte se manejan aquí y en parte a nivel central”.

El Garat quedó fuera

Respecto de las declaraciones del gobernador Busti, quien ayer señaló que los hospitales públicos están saturados en parte por causa de la crisis del Pami, Ledo prefirió evitar cualquier polémica y señaló que “hoy los hospitales están absorbiendo la demanda pero esa no es la intención para el futuro convenio”. Actualmente, los afiliados se internan en el hospital, otros en el sanatorio. “En casos complicados, tenemos médicos que nos atienden y les pagamos y sino por reintegro” añadió.
Cuando entre en vigencia el nuevo convenio, Ledo aseguró que las cápitas se compartirán entre el hospital público y los sanatorios privados. “Se calcula que el 70 % de las cápitas van a ir al sanatorio privado y un 30 % a los hospitales públicos”.
“La mayor parte de las cápitas las va a tomar el sanatorio Concordia y un número algo menor, el Hospital Heras”, indicó. El sanatorio Garat quedó fuera, “por propia voluntad se retiró ya hace un mes y pico”. A Ledo, esta decisión la sorprendió, “es la primera vez que un sanatorio rescinde con la prestadora. Nosotros no teníamos trato con el Garat sino con el Ipser y el sanatorio rescindió con ésta última”.
Un interrogante surge ante la ausencia del Garat. ¿Es suficiente la cantidad de camas que se dispondrá entre el Concordia y el hospital? “Sí, sí porque eso está calculado. Son tres camas cada mil afiliados. Eso significa que si el sanatorio Concordia va a tener 9.000 cápitas, necesita entre 27 y 30 camas. Y pónele que el hospital tenga 5.000, necesita 15 o 20 camas y tiene 280”.
Por otra parte, la ex-directora del Heras afirmó que “al hospital público, como hospital de autogestión, le resulta conveniente atender pacientes de Pami y cobrar porque son eso puede mejorar la remuneración del personal. Se reparte entre las mucamas, los enfermeros, los profesionales, puede mejorar su compra de insumos e, incluso, puede hacer obras de infraestructura”
En torno al nuevo convenio, Ledo explicó se trabaja intensamente para definir los números del menú prestacional de cada sanatorio. Los médicos de cabecera también son motivo de análisis. “Van a atender 700 afiliados cada uno”, indicó. De más de 40 médicos disponibles hasta hace poco, el número descenderá bruscamente a 20, por lo que se duplicará la cantidad de afiliados que deberán atender. “Es importante que el médico de cabecera se dedique a Pami. Para eso tiene que tener 700 afiliados, para que eso sea un empleo importante para el médico, al que le brinde la atención y las horas necesarias”, expresó.
El último tema de la extensa charla fue el pedido de plus. Ledo aseguró que todos los convenios prohibían taxativamente el cobro indebido, “pero como nuestra relación va a ser directa, ahora saben que el plus es un tema absolutamente terminado”. Se verá si así lo entienden también del otro lado.

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