La declaración que Brugo realiza en sede judicial señala que el servicio que él presta en el hospital Felipe Heras es el de comprobar discapacidades y extender certificados que habilitan a sus tenedores a convertirse en beneficiarios de un subsidio del Estado que, de acuerdo a lo averiguado por este diario sería de aproximadamente $ 400.-
Asegura también que ese trabajo lo desempeña los días jueves y viernes y que, unos días antes del pasado 8 de agosto se presenta en su consultorio Julio Marroni responsable de subsidios y pensiones del hospital Heras, extendiéndole 4 certificados de discapacidad sin fecha y cuyos titulares se encuentran percibiendo ese beneficio. En ese momento Brugo detecta que la firma que aparecía al pie del certificado no era la de él pero sí el sello. Encima, ese certificado debe contar también con la firma del director del hospital Masvernat, Orlando Elordi quien, por su parte, al ver la firma y el sello de Brugo firma sin preguntar, así funciona el sistema.
Uno de esos certificados pertenecía a un supuesto paciente con Síndrome de Down, pero si se observaba la fotografía que aparecía en la documentación, sus rasgos estaban lejos de padecer tal afección (salvo que tuviera cirugía estética, dijo el médico).
Frente a esta evidente estafa al erario público, Brugo informa de tal situación en la secretaría de salud y allí detectan, en ese pequeño lapso, otros 27 casos. Las personas consultadas sospechan que el número de casos similares puede ser incalculable.
Los casos detectados pertenecen a personas cuyas edades oscilan entre los 20 y los 50 años.
Obviamente que, desde ese momento y hasta que se aclare todo se ha suspendido la extensión de certificados.