
FORZAR LA REALIDAD PARA QUE SEA COMO YO NECESITO QUE SEA
Los argumentos sostenidos con pruebas no sirven para un sector de la sociedad cuyo nivel de certezas es apabullante.
La certeza con la que mal califican a CFK es infranqueable. Con ella desaparece la duda (jactancia de intelectuales, diría Aldo Rico), ese sector social afirma sin dudar que ella es todas las cosas horribles que se dicen. Ya se formaron una idea y nadie los saca de ahí, ni siquiera las evidencias más incontrastables, como esta, del intento real de magnicidio.
Y hasta podría decirse que es lo de menos, Brenda, la cómplice del proto-asesino vociferaba contra los “planeros” y cobraba uno de esos planes. Ni hablar de quienes cobran jubilación gracias a que Cristina les birlo el millonario negociado de las AFJP a Clarín y Cia y despotrican contra ella sumándose a las diatribas de quienes hasta su llegada impedían (como ahora) que millones de argentinos accedieran a ese derecho fundamental que es el poder jubilarse. Resulta hasta odioso reconocerlo, pero los MENTI-MEDIOS que le robaban la plata a jubilados son más creíbles para esos mismos jubilados que quien les garantizó el derecho a vivir un poco mejor.
PERO, a pesar de tamaña irracionalidad intentaremos esbozar como funcionó una vez más, el modus operandi del “aparente atentado”.
LA OPERETA DEL “APARENTE”
La secuencia luego del intento de magnicidio a Cristina, fue el twitt de la ex modelo y actual diputada, Amalia Granata que dijo : «Todo armado que pantomima!!! ya no saben que hacer para victimizarla! Y para q suba en las encuestas !demasiados obvios. Se les acaba la joda del choreo y la corrupción. Vamos argentina que podemos salir adelante sin estos delincuentes«.
Allí es donde comienzan su trabajo los trolls y las redes, replicando hasta el cansancio ese mensaje.
¿Qué buscan? Buscan a sus amigos, los odiadores incrédulos de todo aquello que NO coincida con sus PRE juicios. Gente que ya tiene un juicio formado y también un nivel de insatisfacción con la vida que se lee en sus textos cargados de un odio que parece infinito, irrefrenable.
Se necesitan unos a otros, saben que la onda odiadora los encontrará, las redes suelen ser el espacio donde localizan el motor de su vida para volcar allí toda su bronca, viralizando así una idea que, aunque choque con lo que todo el mundo vio, se va instalando y repitiendo.
Verdaderamente alucinante como terminan convirtiendo una VERDAD en MENTIRA y viceversa.
Basta que aparezca un “famoso con cartel” que se anime a la difamación grotesca, gigantesca (en este caso la Amalia Granata), para darle entidad institucional a la grosería.
Si una diputada lo dijo, si las redes lo repiten como pan fresco, si ya se logró que en varios lugares del país haya personas que se están encargando de repetir el brulote, solo resta informarlo, institucionalizarlo. O sea, publicarlo, títulos con gancho, potentes. Para eso están ellos, La Nación +Macri, Clarín, América, Infobae…
Comienza entonces a difundirse el “APARENTE”, en los medios locales aliados a medios internacionales dignatarios también de la práctica de “un aparente ejercicio del periodismo”.
Lo que sigue es lo que vimos. Los medios y periodistas de Argentina que le dan letra a medios internacionales que se encargan de difundir en sus países lo que se difunde aquí, citando a medios de aquí que, a su vez, citan a los medios de allá.
Incluso garpa que una diputada como Granata espete a boca de jarro : “No me busquen, porque voy a empezar a hablar de sus amantes y chanchurrios”. Fue luego que diputados se platearan expulsarla. Alucinante de verdad que haya personas que se presenten como “buena gente, honesta”, que no se horroricen con estos dichos. Hay que votar personas de esa calaña.
PARA EL ESCRIBA DE CLARIN-NACION, “EL ODIO COMENZÓ CON EL KIRCHNERISMO”
Es de verdad improbable que Joaquín Morales Solá, sea tan ignorante como para sostener que el odio en la Argentina comenzó con la llegada del Kirchnerismo al poder político.
El político español Juan Carlos Monedero acaba de afirmar (porque en su país y en varios otros países de occidente está pasando lo que aquí): “la derecha esta abandonando la democracia”.
En la Argentina esto ha ocurrido cada vez que el pueblo elige a gobiernos que se les parecen, que los representan de verdad. Solo resta salir un toque del Pre-juicio para enterarse.
Desde el golpe a Hipólito Yrigoyen (que era RADICAL, NO peronista) ; hasta los bombardeos a Plaza de Mayo (que mataron a cientos de inocentes, incluido niños) en 1955 ; pasando por el virulento golpe de 1976 con el que asesinaron a 30.000 personas.
La derecha es especialista en violencia.
Raúl Alfonsín también fue víctima de DOS atentados y Alfonsín NO era peronista. No militaba en esa fuerza, pero pensaba parecido, tanto que metió en cana a los militares torturadores y asesinos ; criticó a la Sociedad Rural ; informó quién era de verdad y a que intereses representaba el grupo Clarín, etc. en fin…
¿se entiende?
Breguemos y hagamos algo para que sí, se entienda, de lo contrario sufriremos de nuevo la violencia.
Escuchar a determinados personajes justificar : “sí, está mal querer asesinarla, PERO…”, nos acerca tanto al ODIO provocador de fatalidades que es necesaria, más necesaria que nunca, la reflexión.