Será una segunda apuesta en materia de revisión que lleva adelante, con bemoles, el CGE. En 2004, ya se puso a andar un proceso de análisis del nivel III de la educación general básica (EGB), que incluye el viejo séptimo grado y los dos primeros años de la secundaria. Y aunque esa tarea había sido dejada a un lado, Altamirano dice que no bien asumió en la función, en mayo último, la rescató. “Ahora enviamos un cuadernillo a las escuelas, y la mayor parte del contenido está hecho en base a esa evaluación”, añadió.
FRAGMENTOS. En 1993, la sanción de la Ley 24.195 Federal de Educación buscó dar un tronco común y cierta homogeneidad al sistema educativo nacional al transformar la vieja escuela primaria de 7 años y la secundaria de 5 a 6 años, en un ciclo obligatorio de 9 años, la educación general básica (EGB), dividida en tres ciclos, y transformó el nivel medio en polimodal. Pero en más de una década de vigencia de esa norma, cada provincia aplicó su propio libreto, con una clara fragmentación, según un análisis hecho por el Instituto de Investigaciones Pedagógicas Marina Vilte de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera).
Esa evaluación de Ctera sostiene que a “10 años de la reforma educativa y la Ley Federal de Educación, podemos observar varios lugares y procesos en nuestro sistema educativo que han sido desarticulados, desmembrados, dispersados, desestructurados constituyendo verdaderas evidencias de la fragmentación”.
La investigación constató la existencia “de por lo menos tres formas de establecer cuántos años abarca el tramo del sistema considerado educación básica”, a saber:
• La antigua primaria de siete años: Ciudad de Buenos Aires, Neuquén, Río Negro y estructuras tradicionales (escuelas Normales) en el interior de una provincia como Santiago del Estero
• Una EGB de nueve años: en Provincia de Buenos Aires, Catamarca, Corrientes, Chaco, Chubut, Formosa, Jujuy, La Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, Salta, San Juan, San Luis, Santa Cruz, Santa Fe, Tierra del Fuego y Tucumán.
• Y una primaria o EGB de seis: Córdoba, primaria; Entre Ríos, EGB.
“Las situaciones provinciales en sí evidencian con suficiente contundencia cómo se ha desdibujado la identidad pedagógica de lo que se da en llamar —de muy diferente manera en distintas provincias y aún localidades— educación básica. Simultáneamente, las políticas educativas provinciales han generado estrategias muy diferentes para implantar una EGB de 9 años y un Polimodal de 3, allí donde había una primaria de 7 y una media de 5 (o 6 años en el caso de la escuela técnica)”, señala la Ctera.
ETAPAS. Ahora, dice el director de EGB III, Medio y Polimodal del CGE, la idea no es debatir en Entre Ríos “qué nombre le ponemos a cada sistema, sino analizar contenidos pedagógicos que respondan a las necesidades de cada comunidad”. Y en ese debate la pretensión es que participen “todos los actores sociales vinculados con la educación”.
El trabajo se pondrá en marcha durante este mes, con una primera convocatoria a los directores departamentales de Educación a quienes se dará a conocer el plan estratégico de revisión y evaluación de la escuela media. Estos, a su vez, tendrán la misión de “bajar” esas líneas de acción a los supervisores escolares, y de ahí a los directores de escuela, para llegar a la última fase, docentes y alumnos de cada una de las comunidades educativas.
“El acuerdo que hagamos con supervisores y directivos nos permitirá crear modelos estratégicos de participación de padres y alumnos. No queremos meternos en terreno local, sino darles participación a los supervisores”, añadió.
EJES
La meta del CGE es que en 2006 la escuela secundaria comience a evidenciar algunos cambios en Entre Ríos.
“Este es un trabajo que nunca se ha hecho, y que es inédito en la provincia. Nunca hemos evaluado qué se hace ni qué conocimientos se enseñan en la vieja escuela secundaria o el actual Polimodal”, dijo Altamirano.
El trabajo, asegura, se hará sobre algunos ejes: apuntar a la convivencia social (cómo sobrellevar los conflictos derivados de la violencia que se vive en las aulas y en la comunidad); establecer qué herramientas da la escuela al chico para que pueda insertarse en su medio; mejorar la calidad educativa y apuntar a la inclusión escolar de modo de revertir los procesos de repitencia y abandono; y “generar estrategias de igualdad de oportunidades para hacer sostenibles los principios democráticos de justicia social”.